Boca cayó en Perú y deberá remontar el martes en la Bombonera. La estadística en la Copa Libertadores cuando pierde la ida no es muy amiga: de 14 veces, solo pudo dar vuelta la serie en 4.
¿Se viene el Cúcutazo o el Racingazo? Boca y una estadística que invita al debate
La derrota de Boca ante Alianza Lima dejó un sabor amargo en el paladar bostero. No solo por el juego, que pareció un homenaje al equipo de Mostaza Merlo en sus peores épocas, sino también por un dato que asusta más que Riquelme pateando un penal en el último minuto: el historial Xeneize cuando pierde la ida en copas internacionales.
Si bien es cierto que cada partido es una historia nueva, como diría el Bambino Veira, hay números que no se pueden esconder debajo de la alfombra. Y en este caso, el historial de Boca en la Libertadores cuando pierde el primer chico es como el promedio de Benedetto: flojito.
De 14 veces que el Xeneize arrancó con el pie izquierdo en una serie de eliminación directa, solo en 4 ocasiones logró dar vuelta el resultado. Un porcentaje de efectividad más bajo que el de Palermo en los penales contra Colombia… en la Copa América del 99.
El fantasma de las remontadas fallidas
Claro que entre esas 4 remontadas hay algunas que quedaron en la memoria del hincha, como el 3-0 a Flamengo en el 91 o el mismo resultado contra River en el 2000 – ese sí que fue un partido para alquilar balcones -. También se recuerda con cariño la épica noche de niebla contra Cúcuta en 2007, donde Boca ganó 3-0 después de perder 3-1 en Colombia. Y ni hablar del 2-0 a Racing en 2020, después de caer 1-0 en Avellaneda. ¿Se vendrá una nueva hazaña?
El compacto de Alianza Lima 1-0 Boca, por la Copa Libertadores
Pero… como la contracara de la moneda siempre está presente, también hay que recordar las 10 veces que Boca mordió el polvo. Ahí aparecen nombres como Santos, Independiente, Olimpia (dos veces), Chivas, River (otras dos veces… ¡ay, el Muñeco!), Independiente del Valle. Un verdadero cementerio de ilusiones.
La Bombonera: ¿Factor anímico o simple mito?
Lo único positivo –si se le puede llamar así- es que las 12 veces que Boca perdió en la ida, fue jugando de visitante. Ahora, con la mística de la Bombonera a su favor, el equipo de Gago deberá demostrar que puede cambiar la historia. ¿Podrá el aliento del hincha inclinar la balanza o será simplemente un espejismo en el desierto? El martes se sabrá si este Boca tiene la garra del Manteca Martínez o si se quedará en la orilla, como el penal de Higuaín en la final del Mundial.
