Franco Mastantuono, tras su paso por el Sudamericano Sub 20, volvió a River con gol a los tres minutos de entrar contra San Martín de San Juan. El pibe de Azul demostró la jerarquía que le hacía falta al equipo del Muñeco.
## Mastantuono, el refuerzo que llegó del Sudamericano
La vuelta de Mastantuono era más esperada que el penal que no le cobraron a Boca contra… bueno, contra cualquiera. Seis partidos enteros se bancó la hinchada de River sin el pibe, viendo cómo el equipo generaba menos juego que un partido de ajedrez por correspondencia. Pero la espera valió la pena. El pibe, curtido en el Sudamericano Sub 20 como si hubiera jugado en el potrero de Fiorito contra el mismísimo Maradona, metió un gol de otro partido apenas pisó la cancha contra San Martín de San Juan. Tres minutos, señores, tres minutos le bastaron para demostrar que la jerarquía a veces viene de fábrica.
### Un viaje relámpago para un gol relámpago
Mastantuono hizo Puerto La Cruz – Ezeiza – San Juan en menos tiempo del que tarda un político en cambiar de opinión. Llegó el miércoles, entrenó, y Gallardo, que lo vio más afilado que la gambeta de Caniggia en el ’90, lo subió al avión sin dudarlo. El Muñeco, como un director técnico de la Scaloneta armando el equipo para un Mundial, sabía que necesitaba al pibe para despertar a un River que andaba más dormido que un oso en invierno.
Y vaya si lo despertó. En un partido donde el primer tiempo de River fue más flojo que la defensa de un equipo de Eber Ludueña, Mastantuono entró a los 21 del segundo y a los tres minutos clavó un zurdazo que dejó al arquero del Verdinegro mirando la pelota como si fuera un OVNI. Un gol que no solo abrió el marcador, sino que también abrió la esperanza en el corazón del hincha millonario. Besó el escudo, obvio, como besando la camiseta que tanto extrañaba.
### Mastantuono: ¿la solución a los problemas de River?
El estado de la cancha era un desastre, parecía la superficie de Marte, pero ni eso pudo frenar al platinado. Once pases precisos de catorce, dueño de los corners, gambeta endiablada… Mastantuono fue una tromba, el revulsivo que necesitaba River para salir del letargo. Demostró la creatividad y la garra que tanto le faltaba al equipo, como si fuera un Palermo entrando en el minuto 90 para dar vuelta un partido imposible.
El #30 está de vuelta. Y si juega así, este pibe promete más que un refuerzo estrella. ¿Será el Mastantuono que todos esperamos? El tiempo, y la cancha, lo dirán.
El gol de Mastantuono y el primero de Borja
River Plate –
Mastantuono marcó el segundo de River
River Plate –