Rodrigo Cabral, el delantero de Huracán que supo ser resistido, se convirtió en el héroe del clásico ante San Lorenzo al marcar el gol que selló el 2-0. Una revancha para el correntino que pasó de las lágrimas a la gloria en Parque Patricios.
De la Lágrima al Golazo: Cabral la Rompió Toda en el Clásico
La historia de Rodrigo Cabral en Huracán parecía la de un jugador más, con más pena que gloria. Pero este domingo, en el Ducó que explotaba como caldera de locomotora, el delantero de Mercedes, Corrientes, calló a todos los que alguna vez dudaron. Se mandó un golazo para sentenciar el 2-0 contra San Lorenzo, un triunfo que al Globo se le negaba hacía casi cuatro años. ¿La frutilla del postre? Cortarle la racha al Ciclón y dejarlo con las ganas de alcanzar la punta.
Un Clásico que se Festeja Doble
Cabral, que supo comerse más de una puteada de la tribuna, vivió una noche soñada en Parque Patricios. El primer tiempo terminó con Huracán arriba gracias a un cabezazo de Fabio Pereyra, tras un centro quirúrgico de Leonardo Gil, que le puso la pelota en la cabeza como con la mano. Y cuando el partido se moría, apareció el extremo para clavar el segundo y desatar la locura en las tribunas. Un desahogo para el pibe y para todo el pueblo quemero, que festejó como si fuera un campeonato.
El camino de Cabral en Huracán fue más irregular que el césped de la cancha de Excursionistas. Llegó a las inferiores en el 2016, después de una prueba en su provincia, y debutó en Primera en 2019, de la mano de Apuzzo en su noveno interinato – y ya sabemos lo que significa un interinato de Apuzzo-. Pero entre idas y vueltas, parecía que el correntino no terminaba de explotar.
Con Damonte en el banco, en 2020, el pibe calentaba más el banco que Bochini en la final del 86. Después, con Dabove, la cosa no cambió mucho. Recién con la llegada de Frank Darío Kudelka, en 2022, Cabral empezó a mostrar lo que realmente podía dar. Kudelka, como un buen director técnico a la Bilardo, supo encontrarle la vuelta y lo transformó en una pieza clave del equipo.
Pero como en el fútbol todo puede pasar, el 2023 lo encontró a Cabral cedido a Argentinos Juniors. Ahí tuvo sus buenos momentos, incluso jugó la Copa Libertadores, pero su corazón quemero lo trajo de vuelta a Parque Patricios a mediados del 2024. Y justo cuando FDK volvía al Globo, como si el destino le diera una mano. El técnico que lo había hecho brillar lo puso de titular y, de yapa, lo llevó al subcampeonato.
Del Llanto al Desahogo: La Revancha de Cabral
El fútbol es una montaña rusa de emociones, y Cabral lo sabe mejor que nadie. En el 2024, erró un gol hecho contra Barracas Central y terminó llorando desconsolado en la cancha, como si fuera el Chapulín Colorado en un partido contra los X-Men. En ese momento, las redes sociales se llenaron de críticas y burlas, pero él nunca bajó los brazos.
Y como el que persevera triunfa, Cabral tuvo su revancha en el clásico contra San Lorenzo. Con el 1-0 a favor y el tiempo reglamentario casi cumplido, el delantero agarró un rebote en el área y la mandó a guardar con un derechazo que hizo temblar las redes. Un golazo que desató la locura en el Ducó y que le permitió al correntino sacarse toda la mufa de encima. Esta vez, no hubo lágrimas, solo un grito de gol que se escuchó hasta en Boedo.
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