Boca quedó afuera de la Libertadores en manos de Alianza Lima, y la Bombonera explotó pidiendo la salida de todos: desde Gago hasta el Consejo de Fútbol, pasando por Cavani. El análisis de la debacle Xeneize, con el foco en las decisiones que llevaron al desastre y el futuro incierto del club.
¿Se veía venir el papelón de Boca?
¿Alguien en serio se sorprendió con la eliminación de Boca? El olor a fracaso se sentía desde hace rato, como un centro de Palermo que nunca llega. Y anoche, en una Bombonera que parecía más un velorio que una fiesta, se confirmó lo inevitable: otro año sin Libertadores. La derrota por penales contra Alianza Lima, un equipo que hace poco perdió con Deportivo Morón (sí, leyeron bien, Morón), desató la furia contenida y el veredicto fue unánime: “Que se vayan todos”.
Gago, Cavani y un ciclo terminado
Empecemos por Gago, el técnico que parece tener la misma suerte que el Chavo del 8: todo le sale mal. «Tengo claro que generalmente en el fútbol se pierde», dijo después del partido. Una frase que lo pinta de cuerpo entero y que justifica el pedido de renuncia de la hinchada. Su ciclo está más terminado que la carrera de Eber Ludueña. Recordemos que ya nos había dado una muestra de su capacidad para perder finales en Racing, donde le ganamos un campeonato y una definición mano a mano porque no supo elegir un pateador. ¿Les suena familiar?
Y qué decir de Cavani, el «mejor extranjero de la historia del fútbol argentino» según Román. El uruguayo erró un gol que hasta mi abuela hacía y nos dejó con las manos vacías. Quizás sea hora de que cuelgue los botines o se vaya a un equipo donde le paguen fortunas por mirar desde el banco. Total, en Boca no ganó ni un picado. Hasta perdió el sorteo para patear los penales, ¡un genio!
El cambio de arquero y el penal de Velasco: ¿horrores o estrategia?
La entrada de Brey por Marchesín en los penales es otro capítulo aparte. ¿Fue una decisión charlada o Marchesín se achicó como el Diego en el 90? Si fue lo primero, es entendible (aunque no salió bien). Si fue lo segundo, Marchesín debería irse a atajar a un equipo de barrio.
Pero el colmo de los males fue el penal errado por Velasco, el refuerzo más caro de la historia de Boca (10 millones de dólares, una locura). El pibe tiene menos confianza que yo para encarar a una modelo. Ponerlo a patear el quinto penal fue como mandar a Riquelme a jugar de central: un disparate. Los penales se patean con técnica y confianza, y Velasco tiene cero en ambas.
La Bombonera habló: Que se vayan todos
El resultado de todo esto es el hartazgo generalizado. La Bombonera, cansada de los papelones, pidió la cabeza de todos. Y cuando digo todos, es TODOS: Gago, Cavani, el Consejo de Fútbol y, sí, también Riquelme. Román, el ídolo máximo, el que armó este equipo de perdedores. Él es el responsable de este fracaso rotundo. La gente lo eligió, pero ahora la misma gente le pide que se vaya. Como dijo el Bambino Veira: «La pelota no dobla». Y en Boca, parece que tampoco entra.
«Que se vayan todos»: el grito de guerra de La Bombonera al final de Boca vs. Alianza Lima