CABA, epicentro de la rosca política, se convierte en un ring donde Macri y Santoro se disputan el título de Jefe de Gobierno. Lousteau, cual Rocky Balboa, se perfila como el tercero en discordia, dejando a Marra en las sombras. ¿Habrá KO técnico o tendremos que esperar al ballotage para el veredicto final?
Los números bailan al ritmo del tango: un pasito pa’delante, un pasito pa’atrás. La intención de voto es un sube y baja que deja a los analistas políticos con más dudas que certezas. ¿Será que la Ciudad está más indecisa que adolescente en plena crisis existencial?
Mientras tanto, los candidatos despliegan sus estrategias: promesas que endulzan el oído y críticas que pican como mosquitos en verano. El electorado, cual jurado exigente, observa con lupa cada movimiento. ¿Quién se llevará el gato al agua? Solo el tiempo (y las urnas) lo dirán.
Macri y Santoro, cabeza a cabeza en la carrera por la Jefatura de Gobierno porteña
Una reciente encuesta realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires revela una ajustada competencia entre Jorge Macri, candidato de Juntos por el Cambio, y Leandro Santoro, representante de Unión por la Patria, en la disputa por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta. Según el estudio realizado por la consultora Aresco, ambos candidatos se encuentran en un escenario de paridad técnica, con Macri liderando en algunos escenarios por un estrecho margen y Santoro superándolo en otros.
Lousteau se consolida en el tercer puesto
Martín Lousteau, candidato de Evolución Ciudadana, se ubica en un sólido tercer lugar, con una intención de voto que lo distancia de Ramiro Marra, de La Libertad Avanza. La encuesta indica que Lousteau ha logrado captar el apoyo de un sector del electorado que no se identifica plenamente con las propuestas de Juntos por el Cambio ni con las de Unión por la Patria. Su performance podría ser clave para definir el eventual ballotage.
La incógnita del ballotage
La paridad entre Macri y Santoro plantea la posibilidad de una segunda vuelta electoral. En este escenario, la capacidad de cada candidato para sumar los votos de quienes optaron por otras opciones en la primera vuelta será determinante. El rol que pueda jugar Lousteau, y la eventual transferencia de sus votos, se convertirá en un factor crucial para dirimir la contienda. La encuesta de Aresco refleja la incertidumbre que domina el panorama electoral porteño, donde la definición parece reservada para el día de la votación.