River: Gallardo en la cuerda floja, ¿se le agota el crédito?

Redacción Cuyo News
5 min
Cortito y conciso:

Gallardo en la cuerda floja: la derrota en la final con Talleres dejó a River en un momento crítico y el Muñeco no le escapa a los cambios. El domingo, el Monumental será una caldera.

Marcelo Gallardo en la cuerda floja
Marcelo Gallardo y el momento límite que le toca vivir en River (foto: Marcelo Endell/Getty Images).

Se terminó la paciencia en Núñez: Gallardo y un River al borde del abismo

La caída de River ante Talleres por la final devaluada de la Supercopa Argentina no cayó bien en el Mundo River. Y no es para menos, porque más allá del resultado, el rendimiento del equipo dejó sabor a poco, como un Fernet con Coca Cola vencida. Para colmo, el partido se definió por penales, una definición que siempre trae recuerdos amargos para el hincha Millonario como la final de Madrid. Era el partido que todos en Núñez esperaban para enderezar el rumbo en este 2024 que arrancó más torcido que la columna de Mostaza Merlo.

La falta de identidad del equipo, con refuerzos que prometían un juego champagne y terminaron sirviendo un vino en cartón, ya había despertado el murmullo de la gente en varios partidos. Los resultados, si bien no fueron un desastre total tipo descenso a la B, tampoco convencieron, y las actuaciones dejaron a más de uno con ganas de revolear el televisor como si fuera un control remoto roto.

¿Se viene la Libertadores y el fantasma del 2023?

La preocupación en River es grande como la tribuna Centenario: si no se ajustan las tuercas rápido, los problemas se van a trasladar a la Copa Libertadores, y nadie quiere repetir el papelón del año pasado, quedando afuera en octavos como si fueran un equipo chico. "Estamos a tiempo de cambiar", tiró Gallardo en conferencia de prensa, con una frase que resonó más que el gol de Francescoli a Polonia en el 95.

El Muñeco, que de muñeco ya no tiene nada y está que explota como un petardo mojado, tiene en mente varios cambios. Y no solo de jugadores, como si fuera un picado de barrio, sino también en la forma de manejar al grupo. La receta actual no funcionó ni para potenciar al plantel ni para hacerlo reaccionar en una final, donde se sabía que una derrota iba a pegar más fuerte que un cabezazo de Passarella. Como diría el Bambino Veira “Con Gallardo la cosa es seria, la cosa es River”.

El Monumental: ¿fiesta o funeral?

El domingo, cuando River reciba a Atlético Tucumán a las 19.15, se espera que el hincha haga sentir su descontento con más fuerza que un bombazo de De la Cruz. El termómetro del humor popular empezará a subir desde antes, con el anuncio de las formaciones, y si no están los nombres que la gente quiere ver, prepárense para un recibimiento más caliente que un asado de Boca.

El cuerpo técnico sabe que la paciencia se agotó, como un rollo de papel higiénico en un baño químico de cancha. Se esperan cambios en el equipo, con algunos regresos y otros que van a quedar afuera más rápido que Benedetto en una final de Libertadores. La mitad de la cancha, en especial, estará bajo la lupa como si fuera el VAR en una jugada polémica.

Gallardo, el Napoleón de Núñez, es el único con el crédito suficiente para tomar decisiones drásticas. Por algo salió a hablar en conferencia de prensa y nadie duda de que también lo hará en la cancha. Tiene que bancarse la parada, como lo hizo siempre. Él es el encargado de mantener viva la ilusión y demostrar que su vuelta no fue un bluf, como el pase de Rabona de Riquelme.

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