Facundo Colidio, tras fallar un penal clave en la Supercopa, se redimió con un golazo que le dio la victoria a River ante Atlético Tucumán. El Monumental, que lo había silbado, terminó ovacionándolo.
Colidio, del infierno al cielo en el Monumental
Era una noche cargada de tensión para Facundo Colidio. La sombra del penal errado en la Supercopa Internacional ante Talleres pesaba como una mochila de plomo. Necesitaba una actuación consagratoria, una especie de «Maradoniana» para revertir la situación y acallar las críticas. El rival: Atlético Tucumán. El escenario: el siempre imponente Monumental.
Un partido con sabor a revancha
River, al igual que su delantero, salió con otra actitud, recordándonos a aquellos equipos del Bambino Veira que salían a ganar desde el minuto cero. Con un juego punzante y vertical, el equipo generó situaciones de peligro, pero el gol se hacía esperar. Colidio, movedizo e incisivo, mostraba su mejor versión en lo que va del 2025. Recién a los 34 minutos del segundo tiempo, el grito sagrado se hizo realidad. Un zurdazo desde afuera del área, que parecía un centro más, se coló en el arco defendido por un Durso que hasta ese momento parecía el Pato Fillol en sus mejores épocas. El desahogo fue total, como si hubiésemos ganado un Mundial. Jugadores, hinchas y cuerpo técnico explotaron en una sola voz.
La redención de Colidio estaba completa. El mismo público que lo había silbado al entrar en calor, ahora lo aplaudía de pie. En un gesto que lo pinta de cuerpo entero, el delantero pidió disculpas por el penal errado en la Supercopa, reconociendo su error y mostrando su compromiso con la camiseta. ¿Será este el punto de inflexión para Colidio y para River? El tiempo, como siempre, tendrá la última palabra. Pero una cosa es segura: el Monumental fue testigo de una noche mágica, una de esas que quedan grabadas en la memoria del hincha.
El golazo que silenció al Monumental
River Plate –