Bahía Blanca, donde River dio la vuelta olímpica en 2003, sufre inundaciones devastadoras. Ante la tragedia, Jorge Brito impulsa un amistoso para recaudar fondos y ayudar a los damnificados.
El Carminatti, de cancha de festejo Millonario a base de operaciones contra la inundación.
El Roberto Carminatti, estadio que en 2003 vio a River levantar la copa del Clausura con aquel zapatazo de Víctor Zapata – un gol que ni el Bambino Veira se hubiera imaginado-, hoy es escenario de una realidad completamente distinta. Donde antes había festejos y vueltas olímpicas, ahora hay helicópteros y operativos de rescate. Bahía Blanca, la ciudad que vibró con el grito sagrado del Millo, ahora lucha contra una inundación catastrófica que ha dejado un tendal de dolor, con 16 fallecidos y casi un centenar de desaparecidos, una cifra que nos hiela la sangre. Las pérdidas materiales, incalculables, parecen insignificantes al lado de la tragedia humana.
Solidaridad riverplatense en tiempos difíciles
El agua, de a poco, empieza a retroceder, como cuando un lateral con poca proyección vuelve a marcar. Pero las consecuencias, esas quedan. Y ahí es donde entra en juego la solidaridad, ese potrero donde todos tiramos para el mismo lado. Y como no podía ser de otra manera, River dijo presente. Jorge Brito, el presi, con la misma decisión con la que encara un mercado de pases, agarró el teléfono y puso primera en la organización de un partido amistoso a beneficio de los damnificados. Una muestra de que el fútbol, más allá de la pasión y el folklore, también puede ser una herramienta poderosa para ayudar a los que más lo necesitan.
Un amistoso para la reconstrucción
Todavía no hay fecha ni rival confirmado para este partido solidario, pero la intención está, y eso ya es un golazo. Es como cuando el Muñeco Gallardo, con un cambio táctico en el entretiempo, daba vuelta un partido que parecía perdido. Acá, la idea es dar vuelta la página de la tragedia y empezar a escribir una nueva, donde la solidaridad sea la protagonista. Un partido para demostrar que, como decía Mostaza Merlo, «paso a paso», Bahía Blanca se va a levantar. Y River, como siempre, estará ahí para dar una mano.