Valentín Gómez, jugador de Vélez, disparó nuevamente contra la dirigencia del club tras su fallido pase al Udinese y Cruzeiro. Denunció destrato, falta de apoyo y mentiras en los comunicados oficiales. A pesar del conflicto, Gómez reafirmó su compromiso con el club de cara a la Libertadores.
Gómez vs. Vélez: un nuevo round en Liniers
Una novela que parece no tener fin. La relación entre Valentín Gómez y la dirigencia de Vélez está más tirante que cuerda de guitarra eléctrica en recital de La Renga. Tras el frustrado pase al Udinese y su regreso al Fortín, el defensor volvió a cargar contra los dirigentes con munición gruesa, recordándonos un poco a la lengua karateca de Ruggeri en sus mejores épocas.
En una entrevista exclusiva con TyC Sports (gentileza del periodista [Nombre del periodista]), Gómez no se guardó nada. Primero, se refirió a la fallida transferencia a Italia, asegurando que «La dirigencia de Vélez no me dejó entrenar. No me mandaba el permiso…Llegué a no sentirme jugador de fútbol». Palabras que pintan un panorama de abandono y destrato que haría llorar hasta al mismísimo Mostaza Merlo en sus tiempos de DT. Agregó que el comunicado oficial del club era «casi 100 por ciento mentira» y que siempre supieron de su viaje y las negociaciones. «No me escapé a Italia».
El pase caído a Cruzeiro: ¿desorganización o mala fe?
La novela continuó con el fallido pase al Cruzeiro. Gómez aseguró que Vélez cambió las condiciones del acuerdo una y otra vez, hasta que el club brasileño retiró la oferta. «Vélez fue tirando, cambiando las maneras, formas de pago. Fue cambiando todo», disparó el defensor, dejando entrever una posible falta de profesionalismo por parte de la dirigencia fortinera que ni el Bambino Veira se hubiera animado a tanto. Además, denunció que el club inventó una lesión en su rodilla para justificar su ausencia. “Me inventaron una lesión, no sé por qué lo del menisco… Siento que no me cuidaron del todo”.
Con la camiseta puesta, a pesar de todo
A pesar del conflicto, Gómez reafirmó su compromiso con Vélez de cara a la Copa Libertadores. Con una actitud que recuerda al sacrificio de Palermo jugando con los ligamentos rotos, el defensor aseguró que quiere al club y que por eso jugó el último partido a pesar de no estar en óptimas condiciones. “Quiero al club, por eso jugué…Si algún hincha se enojó con mis declaraciones, no fue mi intención». Incluso, se refirió a las instalaciones del club, denunciando su mal estado: «¿Cómo puede ser peleando el torneo… que la cancha esté mal?». Cuestionamientos que, sin duda, generarán debate entre los hinchas.
Finalmente, Gómez reveló que renovó su contrato por dos años a pedido del club, «porque les servía políticamente», con la promesa de una venta por siete millones. Sin embargo, hoy se siente destratado y con la sensación de que «Hay cosas que nos exceden». ¿Se viene un nuevo capítulo en esta novela? Solo el tiempo lo dirá. Pero por ahora, la pelota está picando en la cancha de la dirigencia de Vélez.