Aldosivi le pintó la cara a Argentinos Juniors en La Paternal con un 2-0 contundente. El Tiburón, con un técnico interino, jugó un partidazo y sorprendió a uno de los punteros del campeonato.
Aldosivi: ¿Y este equipo de dónde salió?
La verdad que nadie daba dos mangos por Aldosivi en La Paternal. Enfrentaban a Argentinos Juniors, uno de los candidatos al título, invicto y con la chapa de ser local. Parecía un partido cantado, como meterle un caño a Mostaza Merlo en un picado de barrio, pero el Tiburón, con Charlier, DT de la Reserva, como interino, dio el batacazo y se llevó un triunfazo 2-0 que dejó a más de uno con la boca abierta. ¿Cómo lo hicieron? Jugando a la pelota, señores. Y no a lo Mostaza precisamente.
Un baile en La Paternal
Aldosivi salió a la cancha con una actitud que no se le había visto en todo el torneo. Presión alta, ataque constante y un juego asociado que desorientó por completo al Bicho de Nico Diez. A los 10 minutos, Giani, la figura de la cancha (sí, leyeron bien), clavó un derechazo al ángulo que ni el mismísimo Goycocheta en sus mejores épocas hubiera podido atajar. Un golazo que dejó al Ruso Rodríguez mirando para la tribuna. Y el Tiburón siguió atacando, eh. No se conformó con el 1-0. A los 34′, en una contra que parecía salida de un manual del Bambino Veira, Fattori metió una mano como si fuera arquero de handball y vio la roja directa. Ahí se terminó de cocinar el partido.
Argentinos, con uno menos, intentó reaccionar en el segundo tiempo, pero Aldosivi no aflojó. Charlier, el técnico interino, metió mano en el banco y los cambios le dieron resultado. A los 43 minutos, Leiva, un pibe de 21 años, definió con una frialdad digna de Palermo en un mano a mano con el Ruso Rodríguez y estampó el 2-0 definitivo. Un baile, una paliza futbolística, un paseo por La Paternal.
Argentinos Juniors –
Pie a pie de Leiva y golazo de Aldosivi
¿Se despertó el Tiburón?
Habrá que ver si este resultado es un espejismo o si realmente Aldosivi encontró el rumbo. Lo cierto es que la actuación del equipo marplatense invita a la ilusión. Jugaron con garra, con inteligencia y con una efectividad que hasta ahora era desconocida. ¿Será que Charlier, el bombero de la Reserva, tiene la fórmula mágica?
