Huracán ¿desperdicia chance vital ante Independiente Rivadavia?

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

Huracán le ganó a Independiente Rivadavia en Parque Patricios con un gol de cabeza de Walter Mazzantti y se acerca a la punta del campeonato. El Globo dominó el partido, pero le faltó contundencia. Independiente Rivadavia no generó peligro real.

El Globo sopló y se llevó los tres puntos en el Ducó

Huracán venció a Independiente Rivadavia por la mínima y se prendió en la pelea

Huracán, con más ganas que fútbol champagne, se quedó con una victoria ajustada pero valiosa ante un Independiente Rivadavia que vino a Parque de los Patricios a ver si llovía goles, pero se encontró con un diluvio de intentos fallidos del local. El único tanto del partido lo marcó Walter Mazzantti de cabeza, tras un centro que parecía más un despeje mal ejecutado que una asistencia de lujo. ¿Fue centro o rebote? Es la pregunta que hoy se hace medio Parque Patricios, bah, la mitad menos un par que puteaban al línea de fondo.

Con este triunfo, el Globo se acerca a la cima del campeonato, aunque con un rendimiento que, a decir verdad, deja más dudas que certezas. Dominaron la pelota como si fuera la época dorada del tiki tiki de Guardiola, pero al llegar al área rival se transformaban en el Barcelona de Koeman, más desorden que fútbol. Independiente Rivadavia, por su parte, jugó como si fuera Racing en una final… con los nervios de punta. No generaron situaciones de peligro concretas y se dedicaron a defender con uñas y dientes, cual Mascherano en sus mejores épocas, pero sin el mismo resultado.

### ¿Jugó bien Huracán? El debate que divide aguas

El planteo del partido por parte del técnico de Huracán, Diego Dabove, seguramente dará que hablar en los bares de Parque Patricios y en las mesas de fútbol de todo el país. Si bien el equipo tuvo la posesión del balón y generó algunas llegadas, la falta de efectividad en los metros finales fue evidente. Parecía que estaban jugando al ‘fulbito’ de potrero, mucho toque pero poco gol. ¿Será hora de que Dabove cambie el libreto o seguirá apostando al «toco y me voy» hasta que la pelota entre por casualidad?.

Por el lado de la Lepra, la derrota deja un sabor amargo, pero no se puede decir que hayan sido superados ampliamente. El equipo mendocino hizo lo que pudo con lo que tenía, recordándonos un poco al Estudiantes de Bilardo, priorizando el orden defensivo y esperando la contra. Lástima que arriba no tenían a un Bochini para la estocada final.

En definitiva, un partido chato, con pocas emociones, donde Huracán ganó porque la suerte, a veces, también juega. Una victoria que les permite seguir soñando con pelear el campeonato, aunque para eso deberán mejorar bastante. Porque, como diría el Bambino Veira, «el que no hace goles, no gana».

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