Se viene el clásico de Avellaneda y, por primera vez en mucho tiempo, Independiente llega con el cartel de favorito. Aunque Racing viene de capa caída en la tabla, su reciente actuación internacional ilusiona a los hinchas. Los capitanes, Rey y Arias, dieron el ejemplo con un mensaje de fair play en la previa.
El clásico de Avellaneda: ¿Favoritismo o espejismo?
Se palpita en el aire, se siente en cada esquina: el clásico de Avellaneda está a la vuelta de la esquina. Y esta vez, la previa tiene un gustito diferente. Independiente, con un andar sólido y una levantada futbolística notable, llega como candidato. ¿Será un espejismo o la realidad del Rojo?
### Un Rojo con alas, una Academia con dudas
Si miramos la tabla, la cosa parece clara: Independiente peleando arriba, Racing rezagado, sin asomar entre los ocho. Pero el fútbol, amigos, es mucho más que números. El Rojo, con una confianza que contagia hasta al mismísimo Bochini, muestra un juego vistoso y efectivo. «La mística copera», diría Mostaza Merlo, parece haber regresado al Libertadores de América.
Pero ojo, que Racing no es un rival cualquiera. Si bien el equipo de Gago viene de capa caída en el torneo local, hace poco nos regaló una actuación memorable en Brasil, digna de un Menotti en su mejor época. ¿Aparecerá ese Racing aguerrido y talentoso o seguiremos viendo la versión desdibujada de las últimas fechas? Esa es la gran incógnita.
### Fair Play a la altura de las circunstancias
En medio de la expectativa y la pasión propia del clásico, los capitanes dieron una lección de deportividad. Rodrigo Rey y Gabriel Arias, referentes indiscutidos de sus equipos, se mostraron juntos, con buena onda y sin «chamuyo» barato. Una actitud que, en tiempos de «bardeadas» y provocaciones al estilo Caniggia, se agradece. Demostraron que se puede vivir el clásico con intensidad, pero sin perder la cabeza. Como diría el Bambino Veira: «El fútbol es un juego, muchachos. Y en los juegos, se gana y se pierde».
### La hora de la verdad
Ahora, solo queda esperar que la pelota empiece a rodar. Que los jugadores dejen la piel en la cancha, como bien dijo el capitán Rey en la previa. Y que el espectáculo, dentro y fuera de la cancha, esté a la altura de un clásico tan importante como el de Avellaneda. Y como diría el querido Víctor Hugo Morales: «…que gane el mejor…».
