Sarmiento de Junín está en la lona con un arranque de año para el olvido. Una sola victoria en 10 partidos lo deja al borde del descenso. ¿Podrá Sanguinetti dar vuelta este Bochini?
## Sarmiento, un Verde que tira a marchito
El Verde de Junín está que da pena. Un arranque de 2025 que preocupa hasta al más optimista: una sola victoria en 10 partidos, con cinco empates y cuatro derrotas. Ni el Bambino Veira en sus peores épocas. El equipo de Sanguinetti no encuentra la brújula y la permanencia en Primera empieza a ser una cuestión de estado, muchachos. Estamos hablando de un 26,6% de efectividad, un número que te hace acordar más a la efectividad de Palermo en un picado de barrio que a un equipo profesional. En la tabla de los promedios, Sarmiento ocupa el puesto 28 de 30. O sea, está más abajo que Perón en el ranking de presidentes favoritos de la oposición.
Arrancamos el año con una caída 2-1 ante Independiente, un 0-0 con Godoy Cruz que fue más aburrido que partido de truco entre jubilados y una derrota 2-0 ante Lanús. El primer puntito de alivio llegó con un 1-1 ante San Martín de San Juan, pero en la fecha siguiente nos comimos un 0-5 ante Atlético Tucumán que nos dejó más desmoralizados que Ruggeri viendo a la Selección perder. Fue una piña que resonó hasta en el Obelisco
Un espejismo y tres empates que no alcanzan
Parecía que el equipo reaccionaba con un triunfo 2-1 sobre Riestra – un triunfo que, seamos sinceros, fue más festejado que gol de Maradona en el ’86 -, pero la alegría duró menos que un asado de vegano. Perdimos 1-0 con Rosario Central y después encadenamos tres empates consecutivos: 2-2 contra Aldosivi, 1-1 contra Barracas y un 0-0 con Talleres que fue un monumento al tedio. Tres empates que sirvieron de poco, como curitas en una fractura expuesta.
## ¿Se viene el descenso?
Desde el arranque del torneo, la hinchada está más caliente que plancha de Mauricio Macri. Con apenas siete goles a favor y 15 en contra, Sarmiento no encuentra la fórmula del éxito. Necesitamos un Bilardo urgente para ordenar este despelote. El equipo deberá levantar cabeza si no quiere terminar el año haciendo cuentas como Mostaza Merlo en un bingo.
La próxima parada: Gimnasia
Para intentar salir del pozo, el Verde visitará a Gimnasia después de la fecha FIFA. Un partido clave que definirá si seguimos en la pelea o si empezamos a preparar los bolsos para la B. La pregunta del millón es: ¿podrá Sanguinetti motivar a las tropas o terminaremos como el Racing de Caruso Lombardi? Amanecerá y veremos… como decía mi abuela.
