En un partido electrizante, Central Córdoba le dio vuelta el partido a Tigre en Victoria y lo bajó de la pelea por la punta. Boca respira aliviado.
Tigre se durmió en los laureles y Central Córdoba le dio la estocada final
Lo que pintaba para goleada terminó en papelón. Tigre, con el envión anímico de cinco victorias al hilo, recibía a Central Córdoba en Victoria con la ilusión de subirse a la cima del campeonato. Pero el fútbol, como la vida misma, es una caja de sorpresas. El Matador arrancó dormido, como si ya se hubiese creído campeón. Un primer tiempo para el olvido, más parecido a un picado de barrio que a un partido de Primera División. Mucho roce, poca claridad y menos ideas aún. ¿Se acuerdan del famoso «siga, siga» de Lamolina? Bueno, Mastrángelo parece que se lo tomó muy en serio porque dejó pasar una falta clarísima en el área de Central Córdoba, tipo la de Goycochea a Ruggeri en el 90. Le arrancaron la camiseta a Medina como si fuera un trapo de piso, ¿y el árbitro? Ni mú.
El segundo tiempo: un sube y baja de emociones
En el complemento, Tigre salió con otra actitud, como si Dabove les hubiera dado un café cargado en el entretiempo. Y rápido llegó el gol de Alfio Oviedo, tras una jugada que arrancó con un Saralegui endiablado, como el Beto Alonso en sus mejores épocas, gambeteando rivales y generando peligro. Parecía que el Matador liquidaba el pleito, pero el Ferroviario no se rindió. Con más garra que juego, los santiagueños lograron el empate a través de un penal polémico (¿polémico? ¡fue clarísimo!) que Verón cambió por gol. Y cuando parecía que el partido se moría en un empate, apareció Leonardo Heredia, como un fantasma en la noche, para clavar un bombazo inatajable y desatar el delirio visitante. Un gol a lo Palermo, de esos que te dejan con la boca abierta.
Tigre pasó del sueño a la pesadilla en cuestión de minutos. Dejó escapar una chance inmejorable de ser puntero y ahora Boca, que miraba de reojo, respira tranquilo en la cima de la tabla.
De Felippe, con la humildad de los grandes
«Necesitábamos ganar. En líneas generales hicimos un buen partido. Tigre es un rival duro», declaró Omar De Felippe, el DT de Central Córdoba, después del partido. Un tipo con los pies sobre la tierra, como el Cholo Simeone, que sabe que en el fútbol no hay nada dicho hasta que el árbitro pita el final. Central Córdoba, con esta victoria, se aleja de la zona de descenso y empieza a soñar con cosas grandes.
Video: el resumen de Tigre 1 – Central Córdoba 2
Tigre –
El Ferroviario venció 2-1 a Tigre
Por: Juan Pablo Varsky – Diario