Peñarol y Nacional sueñan con jugar el Campeonato Gaúcho 2026. Buscan ritmo internacional y guita, ¿se les dará?

¿Se viene el clásico en Porto Alegre?
El fútbol uruguayo podría dar un giro inesperado. Peñarol y Nacional coquetean con la idea de sumarse al Campeonato Gaúcho brasileño en 2026. La propuesta, que empezó a tomar forma en el sorteo de la Libertadores y la Sudamericana, busca darle a los clubes charrúas roce internacional y una inyección económica.
La cercanía geográfica con Rio Grande do Sul y la fecha del torneo (enero-marzo), justo antes del Brasileirao y la Libertadores, seducen a los dirigentes uruguayos. Imaginen: un Peñarol-Nacional con olor a chivito y asado, pero en tierras brasileñas.
Alonso e Ignacio, la dupla que le da para adelante
Ignacio Alonso, presidente de la AUF, confirmó las charlas y le tiró la pelota (¿o la guita?) a Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, como ideólogo del proyecto. Alonso, con visión de potrero, no se achica y piensa en grande: una copa con más equipos uruguayos integrando la movida gaúcha. «Todo lo que sea competencia internacional, sirve», declaró, como si fuera un Mostaza Merlo moderno pero con traje.
Ruglio: «Vamos a jugar con Vélez con solo siete partidos locales encima»
Ruglio, con la sinceridad de un Eber Ludueña en conferencia de prensa, pintó la realidad del fútbol uruguayo: «Este año vamos a llegar a jugar con Vélez con siete partidos del campeonato local…terminamos dando ventaja». La falta de ritmo internacional antes de la Libertadores es un drama que preocupa al Manya. «Nos da un ritmo internacional muy bueno» y «aumentar los ingresos», dos argumentos más fuertes que un derechazo de Francescoli.
Ruglio, con mentalidad de campeón (¿o de contratista?), ya piensa en reuniones en Porto Alegre y hasta tiró un centro para la AFA: ¿algún torneo argentino para los grandes de Uruguay? La imaginación al poder.
Ricardo Vairo, presidente de Nacional, se subió al bondi: «Ni que hablar jugando clásicos y cruzándose con Inter y Gremio…». El sueño de enfrentar a los gigantes brasileños en un torneo oficial es una zanahoria difícil de ignorar, como para Passarella un penal en el área chica. El aroma a clásico rioplatense con acento brasileño ya se siente en el aire.
El Inter de Porto Alegre, reciente campeón del Gaúcho tras vencer al Gremio en la final, mira de reojo. ¿Se bancarán la invasión charrúa? La pregunta queda flotando, como un tiro libre de Riquelme en la Bombonera.