Barros Schelotto debuta en Vélez: primera práctica y desafío con las bajas

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

Guillermo Barros Schelotto debutó como DT de Vélez. En su primera práctica, el Mellizo trabajó con el plantel y empezó a delinear su estrategia. El desafío es grande: con bajas importantes, deberá armar un equipo competitivo para el próximo partido contra Riestra.

El Guilermo Barros Schelotto arrancó con todo en Vélez. Después de la presentación oficial, donde tiró frases que quedaron resonando como un golazo de tiro libre de Riquelme, el Mellizo pisó el césped de la Villa Olímpica y dirigió su primera práctica. Se lo vio activo, metido, como si fuera un caudillo en la mitad de la cancha ordenando a sus compañeros, pero esta vez a sus dirigidos.

El Mellizo y la ilusión del Fortín

La llegada del Mellizo a Liniers no es una casualidad, es una apuesta fuerte. Él mismo lo dijo, lo sedujo el proyecto del club, la idea de laburar con los pibes, de armar un equipo que salga a ganar siempre, con la garra y el toque que lo caracterizaron como jugador. «Buscamos un equipo que salga a ganar, con una base de chicos”, tiró el Mellizo, y con esa frase ya empezó a ganarse a la hinchada. Recordemos que viene de dirigir la Selección de Paraguay, y ahora vuelve al ruedo local con un Vélez que necesita levantar cabeza.

En la primera práctica, hubo de todo: ejercicios tácticos, físicos, y por supuesto, la infaltable charla con el plantel. El objetivo es claro: aceitar el equipo lo antes posible para el partido contra Riestra. La idea del Mellizo es la de siempre: presión alta, tenencia de la pelota, un juego dinámico y ofensivo. Un estilo que, si funciona, puede devolverle la alegría al Fortín. Habrá que ver si los jugadores le responden a la altura de las circunstancias, o si terminamos viendo un equipo más parecido al Racing de Mostaza Merlo en sus peores épocas.

Bajas que complican el arranque

Pero no todo es color de rosa en el mundo Vélez. El Mellizo tiene varios jugadores lesionados: Ordóñez y Baeza estarán afuera unos días, pero lo de García, Monzón y Fernández es más complicado, tienen para varios meses. Y como si fuera poco, Emanuel Mammana está en duda. Un panorama complicado, que obliga al DT a improvisar y a recurrir a los pibes del club. ¿Será la oportunidad para que algunos juveniles demuestren su potencial y se conviertan en las nuevas figuras del equipo? Ojalá sea como el Bambino Veira descubriendo a Ortega, sino vamos a terminar como el Chavo del 8, sin querer queriendo.

Con la fecha FIFA por delante, Guillermo tiene dos semanas para laburar tranquilo y plasmar su idea en el equipo. El desafío es grande, pero la ilusión en Liniers es enorme. El Mellizo tiene la responsabilidad de devolverle la mística a Vélez, de armar un equipo ganador, que pelee arriba y que vuelva a ser protagonista. La pregunta es: ¿podrá hacerlo? Solo el tiempo lo dirá.

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