Racing, sin alma y con más dudas que certezas, cayó ante Independiente Rivadavia en Mendoza. La Academia preocupa a sus hinchas por su flojo presente de cara al debut en la Copa Libertadores. ¿Se terminó la magia copera?
Racing perdió la Fortaleza… ¿y el rumbo?
La Academia recibió un nuevo cachetazo en Mendoza antes de su debut en la Copa Libertadores. Cayó 2 a 1 ante Independiente Rivadavia y dejó más dudas que certezas. ¿Qué le pasa al campeón de la Sudamericana y la Recopa? El equipo de Costas parece haber perdido el brillo del 2024, y la excusa de los suplentes ya no corre: los que jugaron en la noche mendocina son, en teoría, los mismos que se presentarán el martes ante Fortaleza en Brasil.
¿Se pinchó la Academia?
El nivel del equipo preocupa, y mucho. No es solo la derrota, sino la forma. Como diría el Bambino Veira, «el fútbol champagne» de Racing se transformó en una gaseosa sin gas. Cuatro derrotas consecutivas en el Apertura, un empate con gusto a poco ante Independiente y un triunfo agónico contra Unión que solo se explica por la actuación monumental de Cambeses (el mismo que ayer se mandó un blooper para el olvido). Con este panorama, la Academia está a cuatro puntos del octavo puesto y la clasificación a las copas se complica. ¿Será que nos está pasando lo mismo que a la selección en el Mundial de Corea-Japón? Arrancamos como candidatos y…
Problemas de vestuario y falta de refuerzos
El diagnóstico es complejo. La salida de figuras como Roger Martínez y Juanfer Quintero, dos jugadores que la rompían en el plano internacional, dejó un hueco enorme en el ataque. Las llegadas, como la de Balboa, no terminan de convencer. Para colmo, hay rumores de malestar en el vestuario por temas salariales, y Costas parece un director de orquesta tratando de dirigir una banda desafinada. ¿Será que este equipo necesita un «Pato» Fillol que ponga orden en la defensa y un «Beto» Alonso que maneje los hilos en el medio?
La Libertadores, ¿la última esperanza?
La gran prueba de fuego será el martes en Brasil. Ahí se verá si Racing conserva la mística copera o si este bajón es más profundo de lo que parece. Como diría el Diego, «la pelota no se mancha», y en la Copa todo puede pasar. Pero la realidad es que la Academia llega golpeada, con la confianza por el piso y un plantel que parece no encontrar el rumbo… ¿Será capaz de dar el batacazo?