El DT de Barcelona de Guayaquil deslumbró con un control de crack ante River

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

Segundo Castillo, DT de Barcelona de Guayaquil, se robó el show en el empate contra River por la Libertadores no solo por su smoking rosa, sino por un control de pelota digno de Riquelme que dejó pagando a José Contreras.

Segundo Castillo, el entrenador que parece salido de una película de mafiosos pero con más onda que De Niro en Casino, volvió a ser la comidilla de la Copa Libertadores. Esta vez, no solo por su impoluto smoking rosa que hizo que Gallardo pareciera un gaucho con resaca, sino por una joyita de control orientado que nos hizo acordar a los mejores tiempos del Román.

El smoking rosa y el control de otro planeta

Castillo, que ya había dado cátedra de estilo en la fase previa de la Copa (¿alguien se acuerda del partido contra Corinthians?), se presentó en el Monumental con un traje que hubiese hecho sonrojar al mismísimo Mostaza Merlo. Pero el show no quedó ahí: en el ocaso del partido, con River buscando el gol como perro buscando hueso, el DT ecuatoriano se mandó un control de pelota que dejó a José Contreras, arquero de Barcelona, con la boca abierta y los ojos como dos huevos fritos.

Segundo Castillo controlando la pelota
Segundo Castillo, con más magia que la galera de René Lavand. (Marcelo Endelli/Getty Images)

La pelota, lanzada desde el área propia con la fuerza de un misil Scud por el propio Contreras (que, dicho sea de paso, se había vestido de héroe atajándole un penal a Driussi –el mismo que hizo enojar a Enzo Pérez con Borja–) , parecía destinada a perderse en el vacío. Pero Castillo, con la misma elegancia que desplegaba en sus tiempos de jugador (y con zapatos de charol que reflejaban el Monumental como una bola de boliche), la bajó con la suela como si fuese un malabarista del Cirque du Soleil. Un toque sutil, preciso, con la maestría de un director de orquesta.

Calidad intacta: así la bajó Segundo Castillo en el duelo ante River por Copa Libertadores

De crack adentro de la cancha a ídolo en el banco

Castillo, que jugó el Mundial de Alemania 2006 y se retiró en 2021, sabe lo que es pisar una cancha. Dejó su casa a los 14 años para perseguir el sueño del fútbol y, después de una carrera que lo llevó por Ecuador, México, Arabia Saudita y Europa, ahora la rompe desde el banco de suplentes. Arrancó como interino en Barcelona y, con un andar que ni el Bayern Munich de Guardiola (once victorias, cuatro empates y dos derrotas), se quedó con el puesto. Hoy, además de líder en la liga ecuatoriana, tiene a todo el mundo del fútbol hablando de él.

Segundo Castillo con su smoking rosa
¿Se viene la línea de ropa «Segundo Castillo Collection»? (Marcelo Endelli/Getty Images)

¿El nuevo rey de la moda futbolera?

Más allá de lo estrictamente deportivo, Castillo instaló un debate: ¿es más importante el resultado o el estilo? ¿Puede un DT ser fashionista y ganar partidos al mismo tiempo? La respuesta, como diría Mostaza, “la tiene el viento”. Lo cierto es que Castillo, con su osadía y su talento innato para llamar la atención (dentro y fuera de la cancha), se convirtió en un personaje ineludible de la Copa Libertadores. Y uno se pregunta: ¿qué look se vendrá en el próximo partido? ¿Un poncho con lentejuelas? ¿Un traje de baño con estampado de leopardo? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: con Castillo en el banco, el aburrimiento está prohibido.

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