El Rojo con el agua al cuello: Deudas con Cazares, Canelo y más lo tienen inhibido. ¿Se viene otro papelón como el de los goles de Palermo al Real Madrid o salimos a flote como el Enzo del ’86?
Se prendió fuego el rancho en Avellaneda, y no precisamente por un asado de festejo. Independiente, el Rey de Copas, está más inhibido que el Beto Alonso en un partido de truco contra el Bambino Veira. La dirigencia tiene un quilombo bárbaro para resolver si quiere evitar que el club se transforme en un Boca del ’84, con Bilardo atajando penales.
### ¿Más deudas que hinchas en la popular?
En los últimos meses, la dirigencia roja apagó varios incendios económicos, la mayoría herencia de la gestión Moyano, pero la cosa está lejos de estar tranquila. Quedan acreedores golpeando la puerta como acreedores del FMI y el club sigue inhibido para incorporar. Para el próximo mercado de pases, hay que poner 640.000 dólares más intereses, una cifra que ni el Kun Agüero en sus mejores épocas se gastaba en figuritas.
### Cazares y Canelo, dos nombres que pesan en el bolsillo
Uno de los dolores de cabeza más grandes se llama Juan Cazares. El ecuatoriano, que ya no está en el club, le reclama 570.000 dólares más un 5% de intereses desde noviembre del año pasado. Parece que el enganche, además de magia en los pies, tiene un buen abogado. A eso hay que sumarle unos 70.000 verdes que se le deben a Alexis Canelo. Entre mecanismo solidario y derechos de formación, el delantero se lleva una buena tajada. Y como si fuera poco, San Telmo también reclama 500.000 dólares por Allan Franco. Un combo que te deja más seco que el Riachuelo en verano.
¿Se viene la convocatoria o hay luz al final del túnel?
La situación es compleja, pero no hay que perder la fe. Independiente es un grande y ya ha salido de peores. La dirigencia sabe que este partido se juega con la calculadora en la mano y la billetera abierta. Habrá que negociar, reestructurar y quizás hasta vender algún jugador para poder levantar la inhibición y reforzar el plantel.
Si no se actúa rápido, el Rey de Copas corre el riesgo de quedar afuera de la fiesta y terminar peleando el descenso como si fuera un equipo de barrio. Pero como diría Mostaza Merlo: “Paso a paso, muchachos”. Con trabajo y un poco de suerte, Independiente puede salir de este pozo y volver a brillar como lo hizo en sus épocas doradas.