Diluvio en Tucumán: Suspendido el partido entre Atlético e Independiente. Darío Herrera, el árbitro, lo vio venir: cancha hecha sopa, riesgo para los jugadores. Ahora, el Rojo con el calendario más apretado que tobillo de jugador después de una patada de Izquierdoz.
Se suspendió el partido entre Atlético Tucumán e Independiente por lluvia torrencial
La lluvia, que caía como si el cielo se hubiera abierto, dejó la cancha del Monumental José Fierro hecha un desastre, más parecida a una pileta que a un campo de juego. Y claro, con semejante panorama, Darío Herrera, el árbitro encargado de impartir justicia –aunque en este caso más bien parecía Noé a punto de subir al Arca–, no tuvo otra que suspender el partido entre Atlético Tucumán e Independiente.
"La verdad es que está bastante complicado, el pronóstico dice que va a seguir lloviendo. La cancha no está en condiciones, hay mucha agua en la mitad de cancha y en las líneas, y puede alterar la salud de los futbolistas y del cuerpo arbitro", declaró Herrera, con una cara que reflejaba la misma desazón que la de un hincha de Boca viendo perder un clásico en el último minuto. "Y como se dice siempre, hay que cuidar a los futbolistas porque en estas condiciones es muy complicado", agregó el juez, cual si fuera el mismísimo Bilardo, preocupado por el físico de sus gladiadores. "Veremos cuando se reprograma para jugar pero el partido está totalmente suspendido”, sentenció, dejando a todos con la incertidumbre de cuándo se jugará el partido.
La decisión, como era de esperarse, no fue unilateral. Hubo consenso entre Herrera, los dirigentes de ambos clubes y, seguramente, hasta el canchero, que ya veía venir la maratónica jornada de desagote que le esperaba. Néstor Grindetti, presidente de Independiente, lo confirmó: "Desde que llegamos al estadio que no para de llover y la pelota no circula por el campo de juego. La cancha se hace indomable en estas condiciones y uno tiene que pensar en el físico de los jugadores, creo que esta es una decisión muy acertada".
El dolor de cabeza del calendario
Ahora, el Rojo tiene un problema: ¿cuándo se juega el partido? Con un calendario más apretado que abrazo de Ruggeri, la reprogramación se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para el Rey de Copas. "Nosotros nos volvemos, tenemos que viajar a Paraguay. Tenemos una semana entre el partido de Riestra y el de Rosario Central. Veremos si podemos encajar ahí el partido", soltó Grindetti, con la preocupación de un técnico que tiene que armar el equipo con 10 jugadores lesionados.
Si bien la suspensión le da un respiro al plantel de cara al partido por Copa Sudamericana ante Guaraní –llegarán con las piernas más frescas que lechuga recién cosechada–, a la larga, este aplazamiento podría ser un arma de doble filo. La seguidilla de partidos que se le viene al Rojo es para alquilar balcones y, como diría el Bambino Veira, “este campeonato es un fierro caliente”.
Por Bruno Alemanni para