Diego Flores, DT de Gimnasia, se mantiene firme pese a la goleada sufrida contra River y la mala racha del equipo. El entrenador confía en la mejoría física del plantel y reconoce la necesidad de trabajar en lo anímico y futbolístico. La hinchada, impaciente, reclama resultados.
¿Diego Flores, el «Mostaza» Merlo del siglo XXI? La fe inquebrantable del DT de Gimnasia
Tras el 0-3 que le propinó River a Gimnasia, el panorama en el Bosque platense es más gris que un domingo sin asado. Siete partidos sin ganar en el torneo, silbidos que bajan de las tribunas como piedras y un clásico empatado en la agonía por el eterno rival, Estudiantes, pintan un cuadro complicado para el Lobo. Sin embargo, el técnico Diego Flores, con una convicción que recuerda a la mística de Mostaza Merlo, se aferra al optimismo como un náufrago a un tablón. «Yo estoy fuerte, son rachas», declaró el DT, palabras que resonaron en el ambiente futbolero como un grito de fe en medio de la tormenta.
Flores, quien lleva apenas tres meses al mando del equipo, asegura que desde su llegada se ha notado una mejoría en la condición física de los jugadores, aunque reconoce que todavía hay mucho por trabajar en lo anímico y futbolístico. «Aunque creamos chances, no tuvimos la suerte que necesitamos», argumentó el entrenador, justificando la derrota ante el Millonario. ¿Será la suerte la única culpable, o habrá algo más que se le esté escapando al cuerpo técnico?
La paciencia, una virtud en extinción en el fútbol argentino
La hinchada tripera, con la paciencia agotada como un tanque de reserva en la ruta, no oculta su descontento. Los reclamos y las críticas se hacen sentir con fuerza en el Bosque, y Flores, consciente de la situación, lo entiende: «Lo de la gente es entendible, tienen razón en las críticas». Sin embargo, el DT pide unidad y confianza para revertir la situación. ¿Le alcanzará al Lobo con fe y buenas intenciones para salir del pozo, o necesita un cambio de rumbo más drástico?
Un resumen para entender el baile que le pegó River al Lobo.
Sebastian Driussi –
El reumen del triunfo de River ante Gimnasia
Habrá que ver si Flores, como el Bambino Veira en sus épocas de gloria, logra gambetear la crisis con su labia y su optimismo, o si termina como el Beto Alonso en el ’86, con la cabeza gacha y el sabor amargo de la derrota.