Huracán, con la clasificación en el bolsillo, recibe a un Defensa en crisis con la mira puesta en asegurar localía en los playoffs. El Globo, que viene con un envión anímico digno de Bilardo en el 86, podría recuperar a Ramírez y Gil. Mientras tanto, De Muner juega una final anticipada en el Ducó.
El Globo infla las velas rumbo a los playoffs
Huracán, ya clasificado a octavos y con un presente que mete miedo, recibe a un Defensa y Justicia con más dudas que certezas. El Globo viene a paso firme, con una racha que recuerda a la selección del Diego en México 86: diez victorias en los últimos trece partidos, y los tres restantes empatados. Hoy, la parada es en el Ducó, donde buscan asegurar un lugar entre los cuatro primeros de la Zona A y, de yapa, blindar la localía en, al menos, dos partidos de playoffs. Digamos que en casa se siente la mística, como la Bombonera en una noche de Copa.
¿Vuelven los pesos pesados?
Si bien el miércoles se viene el picante cruce con América de Cali por la Sudamericana, parece que el técnico no se guarda nada. Se especula con la vuelta de Eric Ramírez y Leo Gil, dos que faltaron contra Central Córdoba por sobrecargas musculares. Si se confirma, sería un refuerzo de lujo, como si a River le volviera Francescoli en sus mejores épocas.
Defensa: ¿misión imposible?
Del otro lado del ring, Defensa y Justicia llega golpeado. Seis fechas sin ganar es una mochila pesada, como la que cargaba el Burrito Ortega en sus últimos años. De Muner, el DT, está en la cuerda floja, con la dirigencia respirándole en la nuca. Lo bancaron, sí, pero le aclararon que va partido a partido. Hoy, el Halcón está 10°, fuera del top ocho. Necesitan ganar como sea, aunque enfrente tengan a un Huracán que vuela. ¿Podrán dar el batacazo o terminarán como Caniggia en la final del 90?