El Toto Salvio, con un penal polémico a lo Palermo en la Bombonera, le dio la victoria parcial a Lanús en el clásico del Sur ante Banfield. Nicolás Ramírez, el árbitro, no dudó y cobró la pena máxima tras una agarrón de Muñoz en el área. Sanguinetti la tocó, pero no la pudo atajar.
¿Penal o no penal? Salvio y una definición a lo Palermo que incendia el Sur
Un clásico siempre es un clásico, y más cuando se juega en el Sur. Lanús y Banfield se enfrentaron este sábado en la Fortaleza, por la fecha 14 del Torneo Apertura, y el partido arrancó con polémica. Un corner para el Granate terminó con Ezequiel Muñoz en el piso, reclamando falta de Martín Río. El árbitro Nicolás Ramírez, con una vista de águila a lo Elizondo en el Mundial 2006, cobró penal sin dudarlo y le sacó amarilla al jugador del Taladro.
Salvio, el verdugo del Taladro
La responsabilidad la tomó Eduardo “Toto” Salvio, que con la frialdad de un Riquelme pateando un penal decisivo, la clavó arriba, a la izquierda de Facundo Sanguinetti. El arquero de Banfield adivinó la intención, la llegó a manotear con la punta de los dedos a lo Goycochea, pero no pudo evitar el gol. Explosión en la tribuna local, silencio sepulcral en la visitante. Un gol que, como diría el Bambino Veira, «picó el billete» del clásico.
Este es el tercer grito sagrado para Salvio en lo que va del torneo. Un jugador que, a pesar de las críticas, aparece en los momentos clave. Como un bohemio del gol, aparece y desaparece, pero cuando lo hace, deja su huella, como la gambeta de Maradona en el 86′.
Lanús –