Un viaje papal que desató la polémica
La reciente muerte del Papa Francisco generó una serie de controversias en Argentina, más allá del lógico duelo. El disparador fue la entrevista que Mauro Bergoglio, sobrino del pontífice, concedió al programa de Luis Novaresio, donde manifestó su imposibilidad económica para viajar a Roma a despedir a su tío. Esta declaración encendió la mecha de las críticas hacia el gobierno de Javier Milei, cuestionado por los gastos de la comitiva oficial que acompañó al presidente al funeral, en contraste con la situación del familiar del Papa.
Una empresaria solidaria y una confusión gubernamental
Conmovida por el testimonio de Mauro Bergoglio, una empresaria del sector turístico se contactó con la producción del programa de Novaresio para ofrecer los pasajes aéreos necesarios. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando Nahuel Sotelo, Secretario de Culto de la Nación, publicó un extenso mensaje en X (ex Twitter) criticando la «politización» del asunto y asegurando que había hablado con «José Bergoglio», otro sobrino del Papa, quien supuestamente le habría confirmado que la familia no tenía intención de viajar.
Cruce en redes y pedido de respeto
El problema fue que Sotelo se equivocó de sobrino. La familia Bergoglio no tardó en responder, aclarando la confusión y reprochando al funcionario el uso político de la situación. «Perdimos a un familiar y no pretendemos que haya grietas políticas», manifestó Vanesa Bergoglio, hermana de Mauro, en un mensaje dirigido a Sotelo. El cruce en redes sociales evidenció no solo una desprolijidad en la información manejada por el funcionario, sino también la sensibilidad de un tema que excede la discusión política. La familia del Papa, en medio del dolor, pidió respeto y un enfoque menos politizado del fallecimiento de Jorge Bergoglio.
