San Lorenzo en llamas: escándalo por coimas, licencia del presidente y un partido clave contra Rosario Central en medio del homenaje al Papa Francisco.
San Lorenzo, un club a la deriva en medio de un huracán
Los últimos días en Boedo hacen acordar a la peor época del descenso, pero con la mística copera siempre presente. Un club que parece navegar sin rumbo en un mar de incertidumbre. La cámara oculta que mandó al frente a Marcelo Moretti, ahora de licencia (¿renuncia encubierta?), recibiendo una supuesta coima de 25 mil dólares para fichar a un pibito en las inferiores, hizo explotar todo. ¿Se acuerdan del Bambino Veira y sus «incentivos»? Bueno, esto es otra cosa, pero el olor a podrido es similar. Néstor Navarro, el bombero de turno, llegó al país para intentar apagar el incendio y ponerle paños fríos a un plantel que tiene que jugar contra Rosario Central este sábado. Un partido que, como diría el Bambino, «es una final anticipada».
El partido de la discordia: Rosario Central, el Papa y la caldera del Nuevo Gasómetro
El rival, Rosario Central, también está prendido fuego arriba en la tabla y con la cabeza puesta en los octavos. Imaginate el clima que se va a vivir en el Nuevo Gasómetro. Para colmo, en la previa se le va a rendir homenaje al Papa Francisco, fana del Ciclón hasta la médula. ¿Se imaginan al Papa rezando por un milagro en San Lorenzo? Yo sí, lo veo clarito.
¿Podrá San Lorenzo con la presión?
La pregunta del millón es si los jugadores podrán abstraerse de todo este quilombo y concentrarse en el partido. Es como pedirle a Eber Ludueña que defina una final del mundo. Difícil, pero no imposible. Si hay algo que tiene el fútbol es su capacidad para sorprender. Y San Lorenzo, con su historia llena de mística y hazañas (aunque últimamente escaseen), siempre puede dar el golpe. Habrá que ver si los jugadores se ponen la camiseta, como diría Mostaza Merlo, y dejan la vida en la cancha. Porque si no, esto puede terminar peor que la final de la Libertadores contra River.
Este sábado, el Nuevo Gasómetro va a ser una caldera. Un hervidero de emociones, reclamos y expectativas. ¿Podrá San Lorenzo salir airoso de esta tormenta? Solo el tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura: este partido ya entró en la historia del club, para bien o para mal.
Periodista: Redacción
Medio: No especificado.