El Muñeco y Pintita, antes de sacarse chispas en el Superclásico, tuvieron un saludo cordial digno de una final del mundo. Un encuentro entre dos que se conocen de las épocas de potrero y que ahora, desde el banco, dirigen la orquesta del fútbol argentino.
El Monumental que explotó como si fuera la final de un Mundial, fue testigo de un saludo que quedará en la retina de los futboleros: Marcelo Gallardo y Fernando Gago, dos enemigos íntimos en la cancha, se encontraron en la previa del Superclásico con un abrazo y una charla que, aunque breve, habló por sí sola.
Un saludo para la historia de los Superclásicos
Después del recibimiento monumental de las 85 mil almas que coparon el estadio, Gallardo y Gago se cruzaron cerca del túnel. No hubo tensión, ni miradas desafiantes, solo un apretón de manos y algunas palabras entre sonrisas cómplices. Un momento que seguramente hizo emocionar hasta al Bambino Veira. Gallardo, con su traje y el escudo de River en el pecho, y Gago, con una campera más sport pero con la misma elegancia, demostraron que el respeto puede estar por encima de la rivalidad más acérrima del fútbol argentino.
De rivales en la cancha a colegas en el banco
Gago y Gallardo no son dos extraños en el mundo de la redonda. ¿Quién se olvida de aquel partido del 2005 donde un joven Pintita, con apenas 18 pirulos, tuvo la difícil tarea de marcar al Muñeco y terminó siendo la figura del partido? Años después, ya como DT, Gallardo tuvo palabras de aliento para Gago tras una dura lesión: «Me da mucha pena… es un gran profesional». Una muestra de la admiración mutua que solo entienden quienes patearon una pelota en serio.
El historial entre Gallardo y Gago: Un mano a mano con sabor a clásico
Pero no nos olvidemos que esto es fútbol, señores, y los números mandan. Y en este sentido, el Muñeco le lleva una clara ventaja a Pintita. En cinco enfrentamientos como entrenadores, Gallardo nunca perdió: cuatro victorias y un empate. Desde aquella goleada 4-1 de River a Aldosivi en 2021, hasta el último cruce con final para el infarto donde Armani se puso la capa de héroe y Borja metió el gol del campeonato para Boca, la balanza siempre se inclinó para el lado del Muñeco. Y ahora, en un nuevo capítulo de esta historia, el Superclásico se vistió de gala para verlos una vez más frente a frente.