Milei busca retomar agenda política tras el fallo contra CFK

Redacción Cuyo News
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Después de semanas en las que la política nacional giró, cual calesita en un día de kermesse, alrededor de la ratificación de la condena contra Cristina Kirchner, Javier Milei busca recuperar la centralidad política, esa que parece haberle sido expropiada por el Poder Judicial. Entrevistas, actos políticos, anuncios de gobierno, encuentros partidarios y hasta el demorado lanzamiento del Consejo de Mayo completan la abultada agenda del Presidente y su gobierno para los próximos días, en un intento por retomar el protagonismo.

La suerte judicial de la ex mandataria, digamos, opacó la gira del Presidente en Europa e Israel, donde se reunió con el flamante papa León XIV (sí, tal cual, a estas alturas uno no sabe si es un Papa o el protagonista de un videojuego apocalíptico), la premier italiana Giorgia Meloni (que, para ser justa, es difícil de opacar), el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. La noticia de la condena hizo que hasta el recibimiento papal pareciera un prólogo de algo más importante.

El economista libertario eligió hasta ahora tomar distancia del fallo de la Corte Suprema que dejó firme la condena de seis años de prisión. El virulento aparato de comunicación oficial y paraestatal en redes, que suele ser más ruidoso que una banda de cumbia a las tres de la mañana, también evitó regodearse demasiado de la condena contra la exmandataria. Milei se limitó a tuitear contra los periodistas (viejas costumbres nunca mueren) y a deslizar un comentario, apenas, en la Universidad Hebrea de Jerusalén hace siete días, tal vez esperando que la mística del lugar le otorgara inmunidad mediática.

Este jueves por la noche, Milei volvía al ruedo y ruido mediático. El canal elegido fue LN+ (el que uno prende cuando quiere sentir el pulso de la derecha más pura) y el periodista, Esteban Trebucq, uno de los que más veces habló con el Presidente. El encuentro se grabó en la Casa Rosada después del mediodía.

En la secretaría de Comunicación consignaban, con ese tono misterioso de los que manejan los hilos, que no estaba previsto que el Presidente volviera a hablar durante el fin de semana, pero no lo descartaban. Después de todo, uno nunca sabe cuándo la musa de la declaración espontánea puede aparecer.

En rigor, Milei había encabezado su primer acto público el martes. Fue para acompañar a Patricia Bullrich en la presentación de la nueva agencia de la Policía Federal, que busca emular en competencia y estética al FBI. Uno diría que emular a una agencia de inteligencia y seguridad top es un buen pasatiempo.

La agenda que se viene, sin villarruel ni macri

La previa de la marcha del kirchnerismo a Plaza de Mayo y la confirmación de la domiciliaria de la ex presidenta redujeron a la mínima expresión la conversación digital sobre el Presidente y su gobierno, según un informe de la consultora Ad Hoc. Las menciones negativas contra la exmandataria superaron a las del Presidente por el caso Libra. Incluso hasta Mauricio Macri reapareció en el escenario digital (como un Ave Fénix, pero con más canas y menos golf) porque el kirchnerismo lo responsabiliza por haber sido quien más instigó la supuesta persecución contra la ex mandataria. Los estrategas comunicacionales del Gobierno no están acostumbrados a no estar en el centro del teatro político; es como un actor principal de repente haciendo de extra.

En ese marco y con el objetivo de recuperar protagonismo, Milei encabezará este viernes en el Campo de Polo la celebración por el Día de la Bandera. Tomará el juramento al símbolo patrio a los cadetes de las Fuerzas Armadas y a los estudiantes primarios que fueron especialmente invitados, probablemente con la promesa de que habrá pochoclos. Hasta el momento no está previsto que hable, quizás para evitar que algún comentario espontáneo desvíe la atención del mástil. El Gobierno esquivó el acto que tradicionalmente se conmemora desde hace décadas en el monumento a la Bandera, en Rosario. La decisión de realizarlo en la Capital había sido tomada antes de que el Presidente se fuera de viaje, anticipando la necesidad de un escenario más propio.

Esta vez, Milei no tendrá que evitar el saludo de Victoria Villarruel y de Jorge Macri como hizo en la Catedral metropolitana. La vicepresidenta y el jefe de Gobierno hasta bien entrado el jueves ni siquiera habían sido invitados; todo un ejemplo de la diplomacia de las ausencias. Por ahora, no está previsto que el Presidente dé un discurso; más allá de la fórmula del juramento. El malestar de las Fuerzas Armadas por el retraso salarial es cada vez más indisimulable, y quizás un discurso evite que alguien pregunte cuándo se les actualiza la canasta de guerra.

La última aparición pública de Milei había sido el 25 de mayo, cuando asistió al Tedeum y presenció el cambio de guardia del regimiento Patricios en Plaza de Mayo, probablemente para recordarles que todavía hay militares en este país.

El Consejo de Mayo y la llegada al GBA

La semana que viene el Presidente repetirá anuncios públicos, aunque en el Gobierno -adictos al efecto sorpresa, como un mago que no revela sus trucos- evitan adelantar la materia. Una estrategia de marketing político que mantiene a todos en vilo, esperando el próximo conejo de la galera.

El martes el jefe de Gabinete Guillermo Francos encabezará la primera reunión del Consejo de Mayo que el Gobierno lanzará tras largos meses de demora para empezar a discutir la reforma laboral y la tributaria. Se trata del órgano que debe instrumentar los consensos firmados por 18 gobernadores en el Pacto de Mayo, el 9 de julio pasado. Además de Francos y Federico Sturzenegger (el «científico loco» de la economía), tienen asiento asegurado Cristian Ritondo, en representación de los diputados; Carolina Losada, por los senadores; y el mendocino Alfredo Cornejo, por los gobernadores. Martín Rapallini, flamante titular de la UIA, asistirá por los empresarios; probablemente para asegurarse de que nadie les toque un peso.

Resta saber si Gerardo Martínez oficiará como representante gremial, como quiere el Gobierno. La CGT de todos modos ya prestó el servicio de no plegarse orgánicamente a la marcha a favor de Cristina y de no asistir al Consejo del PJ. Francos, en tanto, estudia la propuesta de los gobernadores para aumentar los ATN. Mientras tanto, los gobernadores, como niños pidiendo más mesada, siguen insistiendo por los fondos.

De todos modos, ningún otro acto tendrá más relevancia política que el desembarco de Milei en el GBA. El Presidente participará con todo el gabinete del primer congreso de LLA en la Provincia. Será este jueves, en La Plata. Como en la Ciudad, se pone otra vez al frente de la campaña rumbo a las elecciones bonaerenses, donde desapareció de la grilla de candidatos el nombre de Cristina Kirchner, el más potente que barajaba la oposición. Una jugada maestra para dominar el escenario.

Las reuniones entre los delegados del Gobierno en la Provincia y el PRO previstas para esta semana quedaron para la próxima. Es casi seguro que será un frente en vez de un partido. El nombre ya está definido. Como adelantó Clarín, en la boleta -violeta- se leerá solo Libertad Avanza. Los delegados del macrismo en esa negociación defendieron el viernes y con Mauricio Macri como testigo la alianza con el oficialismo en una reunión tensa; digamos que las rencillas internas son una marca registrada de la política vernácula.

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