Anthropic le baja la cortina a OpenAI y le niega el acceso a la API de Claude: ¿Guerra de titanes en la inteligencia artificial?
Anthropic, la empresa que desarrolló el modelo de lenguaje Claude, le retiró el acceso a la API de sus modelos a OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT. La noticia, que sacudió el mundillo tecnológico el martes, fue confirmada por fuentes cercanas a ambas empresas y por un comunicado oficial de Anthropic.
¿Un «robo» de ideas o una evaluación comparativa?
La razón detrás de esta drástica decisión, según Anthropic, es que OpenAI habría violado los términos de servicio al utilizar la API de Claude para evaluar y comparar sus capacidades con las de sus propios modelos, incluyendo el próximo GPT-5. Según Christopher Nulty, portavoz de Anthropic, «Claude Code se ha convertido en la opción preferida de los programadores de todo el mundo, por lo que no fue una sorpresa saber que el propio personal técnico de OpenAI también estaba utilizando nuestras herramientas de programación antes del lanzamiento de GPT-5. Desafortunadamente, esto es una violación directa de nuestros términos de servicio».
Los términos de servicio de Anthropic prohíben explícitamente utilizar el servicio para «construir un producto de la competencia» o «realizar ingeniería inversa o duplicar» sus servicios. Al parecer, OpenAI estaba conectando Claude a sus herramientas internas a través de una API para desarrolladores, lo que les permitía realizar pruebas exhaustivas de las capacidades de Claude en áreas como codificación y escritura creativa. En criollo, estaban espiando la receta del asado ajeno para ver si el suyo quedaba mejor.
La respuesta de OpenAI: «Es un estándar de la industria»
La reacción de OpenAI no se hizo esperar. Hannah Wong, directora de comunicaciones de la empresa, declaró a WIRED: «Es un estándar de la industria evaluar otros sistemas de IA para evaluar el progreso y mejorar la seguridad. Aunque respetamos la decisión de Anthropic de cortar nuestro acceso a la API, es decepcionante teniendo en cuenta que nuestra API sigue estando disponible para ellos».
La empresa de Sam Altman parece defender la práctica como una suerte de «benchmark» obligatorio en el mundo de la IA, una manera de medir el progreso y la seguridad de los modelos. Sin embargo, la explicación no convenció a Anthropic, que, aunque promete mantener el acceso a la API para fines de «evaluación comparativa y de seguridad», no aclaró si la restricción actual afectará este trabajo. Queda la duda si esta «evaluación» no era más bien un intento de sacar alguna ventaja competitiva antes del lanzamiento del esperado GPT-5, que promete ser un as en la manga para los de ChatGPT.
No es la primera vez: la historia se repite en Silicon Valley
Este incidente no es un caso aislado. En el pasado, otras grandes tecnológicas han tomado medidas similares para restringir el acceso de sus competidores a sus APIs. Facebook ya lo hizo con Vine (de Twitter), Salesforce con Slack, y la propia Anthropic había restringido el acceso a la startup Windsurf luego de rumores sobre una posible adquisición por parte de OpenAI.
La movida de Anthropic deja al descubierto una tensión latente en la industria de la inteligencia artificial: la delgada línea entre la competencia sana y las prácticas anticompetitivas. Mientras tanto, el futuro de la «evaluación comparativa» entre modelos de IA queda en el aire, y la pregunta sobre si GPT-5 podrá superar a Claude en el arte de la codificación sigue sin respuesta. Por ahora, solo sabemos que la guerra de las inteligencias artificiales está más picante que nunca.