Con el objetivo de preservar la vitivinicultura local y proteger la economía regional, el Gobierno de San Juan lanzó la campaña 2025-2026 contra la Lobesia botrana, una plaga que representa una seria amenaza para los cultivos de vid. La iniciativa contempla una inversión provincial de $1.600 millones y se desarrollará con un enfoque integral que combina herramientas tecnológicas, apoyo económico y coordinación interinstitucional.
Una estrategia aérea, terrestre y financiera
El plan fue diseñado en conjunto con la Cámara de Comercio Exterior de San Juan, el INTA y el Centro de Ingenieros Agrónomos, y será ejecutado por la Dirección de Sanidad Vegetal y Animal. Su objetivo es cubrir la totalidad de las 39.000 hectáreas de viñedos de la provincia con diversas acciones de control químico.
En detalle, unas 26.000 hectáreas recibirán tratamientos aéreos. Durante el primer vuelo de la plaga se aplicará metoxifenocide, un insecticida autorizado por SENASA, en 20.000 hectáreas de zonas habilitadas. En áreas con mayor presión de la plaga, se realizará una segunda pasada que abarcará otras 6.000 hectáreas.
Alta tecnología y asistencia directa
En zonas donde la normativa prohíbe las aplicaciones aéreas, se desplegarán drones que tratarán 2.800 hectáreas durante la primera alerta de vuelo. Además, el operativo contempla la entrega gratuita de insecticidas para productores con hasta 10 hectáreas de vid y un esquema de cobertura parcial para los de mayor superficie.
De la inversión total, $1.200 millones se destinarán a vuelos y adquisición de insumos, mientras que los $400 millones restantes financiarán un programa de créditos gestionado por Fiduciaria San Juan, orientado a la compra de feromonas e insecticidas por parte de los productores.
El despliegue de esta estrategia representa una respuesta proactiva y masiva frente a una amenaza que, de no controlarse, podría comprometer seriamente uno de los pilares productivos de San Juan.
El Gobierno de San Juan lanzó un ambicioso plan para combatir la Lobesia botrana, plaga que amenaza la vitivinicultura. Con una inversión de $1.600 millones, la estrategia incluye aplicaciones aéreas con aviones y drones, distribución gratuita de insecticidas y créditos subsidiados. El objetivo es cubrir las 39.000 hectáreas de vid de la provincia y preservar una actividad clave para la economía regional.
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Con el objetivo de preservar la vitivinicultura local y proteger la economía regional, el Gobierno de San Juan lanzó la campaña 2025-2026 contra la Lobesia botrana, una plaga que representa una seria amenaza para los cultivos de vid. La iniciativa contempla una inversión provincial de $1.600 millones y se desarrollará con un enfoque integral que combina herramientas tecnológicas, apoyo económico y coordinación interinstitucional.
Una estrategia aérea, terrestre y financiera
El plan fue diseñado en conjunto con la Cámara de Comercio Exterior de San Juan, el INTA y el Centro de Ingenieros Agrónomos, y será ejecutado por la Dirección de Sanidad Vegetal y Animal. Su objetivo es cubrir la totalidad de las 39.000 hectáreas de viñedos de la provincia con diversas acciones de control químico.
En detalle, unas 26.000 hectáreas recibirán tratamientos aéreos. Durante el primer vuelo de la plaga se aplicará metoxifenocide, un insecticida autorizado por SENASA, en 20.000 hectáreas de zonas habilitadas. En áreas con mayor presión de la plaga, se realizará una segunda pasada que abarcará otras 6.000 hectáreas.
Alta tecnología y asistencia directa
En zonas donde la normativa prohíbe las aplicaciones aéreas, se desplegarán drones que tratarán 2.800 hectáreas durante la primera alerta de vuelo. Además, el operativo contempla la entrega gratuita de insecticidas para productores con hasta 10 hectáreas de vid y un esquema de cobertura parcial para los de mayor superficie.
De la inversión total, $1.200 millones se destinarán a vuelos y adquisición de insumos, mientras que los $400 millones restantes financiarán un programa de créditos gestionado por Fiduciaria San Juan, orientado a la compra de feromonas e insecticidas por parte de los productores.
El despliegue de esta estrategia representa una respuesta proactiva y masiva frente a una amenaza que, de no controlarse, podría comprometer seriamente uno de los pilares productivos de San Juan.