En el marco de una investigación por supuestos pagos de sobornos, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizó 14 allanamientos en la noche del miércoles, con la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y la droguería Suizo Argentina en el centro de los procedimientos. La causa se inició a partir de los audios del ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, quien denunció el presunto cobro de coimas para la compra de medicamentos.
Los operativos, solicitados por el juez federal Sebastián Casanello a pedido del fiscal Franco Picardi, se ejecutaron en las sedes de la ANDIS y la droguería. Allí, personal de la Superintendencia de Investigaciones y Cibercrimen de la Policía de la Ciudad incautó computadoras y diversa documentación vinculada a licitaciones y adquisiciones de medicamentos, según informaron fuentes ligadas a la investigación.
Un hallazgo millonario en Nordelta
Uno de los puntos clave del operativo fue el allanamiento del domicilio de Emmanuel Kovalivker, uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina. Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al lugar, en el barrio privado de Nordelta, Kovalivker se disponía a abandonar su residencia en un automóvil. En el asiento trasero del vehículo, la policía encontró varios sobres con 266 mil dólares y 7 millones de pesos. El dinero, que estaba con anotaciones, fue secuestrado, junto con el teléfono celular y el pasaporte del empresario.
Paralelamente, se allanaron los domicilios registrados a nombre de Diego Spagnuolo, con el objetivo de secuestrar su teléfono móvil, pero el ex funcionario no fue encontrado. La misma situación se repitió en las viviendas de Daniel Garbellini, ex director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la ANDIS.
La denuncia que destapó el escándalo
Los procedimientos no incluyeron órdenes de detención y se orientaron a la obtención de material probatorio para avanzar en la investigación, que se inició tras una denuncia presentada por el abogado Gregorio Dalbón. La denuncia pide que se investiguen los delitos de cohecho, administración fraudulenta, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas e infracción a la ley de ética pública, así como una posible asociación ilícita.
Los audios que dieron origen a la causa fueron difundidos en el canal de streaming “Carnaval”, donde Spagnuolo aseguró que estaban «defalcando la agencia» mediante pedidos de coimas para la adquisición de medicamentos. En las grabaciones, el ex titular de la ANDIS menciona directamente a la droguería Suizo Argentina, a la que vincula con los hermanos Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem. En los audios, Spagnuolo relata: “La gente de la Suizo llama a los proveedores y les dice ‘escuchame, no va más el 5, vas a tener que poner el 8 (lo que cobran de medicamentos), lo traés a la Suizo y nosotros lo subimos a Presidencia. Por teléfono. Así se están manejando’”.
Spagnuolo, quien fuera abogado de Javier Milei y una de las personas más cercanas al actual Presidente en la Quinta de Olivos, afirmó en las grabaciones que había hablado con el mandatario sobre la situación. “Yo fui y le dije ‘Javier, yo estoy denunciando todo el choreo y abajo tengo gente que va a pedir guita. ¿Qué hago?’”, se escucha en los audios.
El gobierno nacional despidió a Spagnuolo de su cargo, pero no se pronunció sobre las acusaciones de sobornos ni negó la autenticidad de los audios. El juez Casanello dispuso el secreto de sumario en la causa, mientras se esperan nuevos procedimientos a lo largo del día.
La Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizó 14 allanamientos, incluyendo sedes de la Agencia Nacional de Discapacidad y la droguería Suizo Argentina, en el marco de la investigación por supuestas coimas. En el domicilio de uno de los dueños de la droguería se secuestraron 266 mil dólares y 7 millones de pesos, mientras que el ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, no fue hallado en sus domicilios.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
En un giro de los acontecimientos digno de una telenovela con presupuesto de la Secretaría de la Pelea, el ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, se convirtió en el protagonista de una búsqueda digna de las mejores temporadas de “¿Quién quiere ser mi doble de riesgo?”: lo buscan para secuestrarle el celular. Se ve que las nuevas tecnologías están haciendo estragos en el mundo de la corrupción, donde ya ni siquiera hace falta una valija llena de billetes, sino un simple audio para que todo se vaya a pique. Mientras tanto, en Nordelta, el empresario Emmanuel Kovalivker intentó una huida que ni el Correcaminos se atrevió a soñar, aunque su plan se desvaneció al descubrir que sus bolsillos estaban demasiado llenos de «monedas» para pasar desapercibido.
Uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina, al ser interceptado, llevaba consigo una mochila más pesada que la conciencia de un político en campaña: nada menos que 266 mil dólares y 7 millones de pesos, convenientemente distribuidos en sobres y con anotaciones que seguramente eran la lista del supermercado, pero en formato billete. Y la frutilla del postre: a pesar de su amistad con el Presidente, Spagnuolo, el «denunciante» de la trama, no fue encontrado en sus domicilios. Parece que el hombre decidió tomarse unas vacaciones en un lugar donde no haya señal de Wi-Fi, ni de 5G, ni de ningún tipo, para evitar que su teléfono sea el próximo testigo estrella de la causa. Un desenlace con un aire a misterio, porque en este país la única verdad es que los billetes, por más que intenten esconderse, siempre dejan un rastro de tinta.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
En el marco de una investigación por supuestos pagos de sobornos, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizó 14 allanamientos en la noche del miércoles, con la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y la droguería Suizo Argentina en el centro de los procedimientos. La causa se inició a partir de los audios del ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, quien denunció el presunto cobro de coimas para la compra de medicamentos.
Los operativos, solicitados por el juez federal Sebastián Casanello a pedido del fiscal Franco Picardi, se ejecutaron en las sedes de la ANDIS y la droguería. Allí, personal de la Superintendencia de Investigaciones y Cibercrimen de la Policía de la Ciudad incautó computadoras y diversa documentación vinculada a licitaciones y adquisiciones de medicamentos, según informaron fuentes ligadas a la investigación.
Un hallazgo millonario en Nordelta
Uno de los puntos clave del operativo fue el allanamiento del domicilio de Emmanuel Kovalivker, uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina. Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al lugar, en el barrio privado de Nordelta, Kovalivker se disponía a abandonar su residencia en un automóvil. En el asiento trasero del vehículo, la policía encontró varios sobres con 266 mil dólares y 7 millones de pesos. El dinero, que estaba con anotaciones, fue secuestrado, junto con el teléfono celular y el pasaporte del empresario.
Paralelamente, se allanaron los domicilios registrados a nombre de Diego Spagnuolo, con el objetivo de secuestrar su teléfono móvil, pero el ex funcionario no fue encontrado. La misma situación se repitió en las viviendas de Daniel Garbellini, ex director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la ANDIS.
La denuncia que destapó el escándalo
Los procedimientos no incluyeron órdenes de detención y se orientaron a la obtención de material probatorio para avanzar en la investigación, que se inició tras una denuncia presentada por el abogado Gregorio Dalbón. La denuncia pide que se investiguen los delitos de cohecho, administración fraudulenta, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas e infracción a la ley de ética pública, así como una posible asociación ilícita.
Los audios que dieron origen a la causa fueron difundidos en el canal de streaming “Carnaval”, donde Spagnuolo aseguró que estaban «defalcando la agencia» mediante pedidos de coimas para la adquisición de medicamentos. En las grabaciones, el ex titular de la ANDIS menciona directamente a la droguería Suizo Argentina, a la que vincula con los hermanos Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem. En los audios, Spagnuolo relata: “La gente de la Suizo llama a los proveedores y les dice ‘escuchame, no va más el 5, vas a tener que poner el 8 (lo que cobran de medicamentos), lo traés a la Suizo y nosotros lo subimos a Presidencia. Por teléfono. Así se están manejando’”.
Spagnuolo, quien fuera abogado de Javier Milei y una de las personas más cercanas al actual Presidente en la Quinta de Olivos, afirmó en las grabaciones que había hablado con el mandatario sobre la situación. “Yo fui y le dije ‘Javier, yo estoy denunciando todo el choreo y abajo tengo gente que va a pedir guita. ¿Qué hago?’”, se escucha en los audios.
El gobierno nacional despidió a Spagnuolo de su cargo, pero no se pronunció sobre las acusaciones de sobornos ni negó la autenticidad de los audios. El juez Casanello dispuso el secreto de sumario en la causa, mientras se esperan nuevos procedimientos a lo largo del día.
En un giro de los acontecimientos digno de una telenovela con presupuesto de la Secretaría de la Pelea, el ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, se convirtió en el protagonista de una búsqueda digna de las mejores temporadas de “¿Quién quiere ser mi doble de riesgo?”: lo buscan para secuestrarle el celular. Se ve que las nuevas tecnologías están haciendo estragos en el mundo de la corrupción, donde ya ni siquiera hace falta una valija llena de billetes, sino un simple audio para que todo se vaya a pique. Mientras tanto, en Nordelta, el empresario Emmanuel Kovalivker intentó una huida que ni el Correcaminos se atrevió a soñar, aunque su plan se desvaneció al descubrir que sus bolsillos estaban demasiado llenos de «monedas» para pasar desapercibido.
Uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina, al ser interceptado, llevaba consigo una mochila más pesada que la conciencia de un político en campaña: nada menos que 266 mil dólares y 7 millones de pesos, convenientemente distribuidos en sobres y con anotaciones que seguramente eran la lista del supermercado, pero en formato billete. Y la frutilla del postre: a pesar de su amistad con el Presidente, Spagnuolo, el «denunciante» de la trama, no fue encontrado en sus domicilios. Parece que el hombre decidió tomarse unas vacaciones en un lugar donde no haya señal de Wi-Fi, ni de 5G, ni de ningún tipo, para evitar que su teléfono sea el próximo testigo estrella de la causa. Un desenlace con un aire a misterio, porque en este país la única verdad es que los billetes, por más que intenten esconderse, siempre dejan un rastro de tinta.