Curiosity Craft: Cuando la IA se vuelve la mejor amiga de la curiosidad
La historia comienza con una simple petición: una niña de 9 años que busca tarjetas de cumpleaños originales para sus amigas. Su padre, Massimo Scapini, en lugar de recurrir a las opciones prefabricadas, abre ChatGPT. Lo que siguió fue una sesión creativa en conjunto, un juego de rimas, correcciones y risas que culminó en la tarjeta perfecta. Pero, más importante aún, marcó el inicio de lo que hoy se conoce como Curiosity Craft.
De la sala de estar a la sala de juntas
Massimo Scapini no es un educador tradicional. Es consultor, emprendedor y, sobre todo, un padre apasionado por la educación. Tras la desilusión con el _edtech_, donde vio más pantallas y menos aprendizaje, decidió que la educación de su hija sería diferente. Así, la práctica doméstica de crear con IA se transformó en una metodología profesional.
El poder de la coautoría
Curiosity Craft no se trata de delegar tareas a la IA, sino de colaborar con ella. Scapini relata cómo, junto a su hija, crearon poemas, canciones sobre las brujas de Salem y hasta diseñaron trampas para duendes. ChatGPT se convirtió en un compañero de lectura, exploración y creación. _»Las herramientas no reemplazan el aprendizaje, pero cambian el punto de entrada»_, reflexiona Scapini.
Un momento clave fue cuando, preparando un video sobre Salem, una imagen generada por IA mostraba una hoguera. La reacción de la niña fue inmediata: _»¡Eso no ocurrió!»_. Explicó que las brujas eran ahorcadas o morían en prisión, información que provenía de sus libros, no de la IA. La curiosidad, después de todo, también requiere disciplina, esfuerzo y pensamiento crítico.
Una herramienta, infinitas posibilidades
Curiosity Craft no es una _app_ ni un programa educativo empaquetado. Es una actitud. Es una invitación a preguntarse: ¿qué podemos construir juntos con esta nueva herramienta? Al igual que los mejores juegos, no tiene una única forma correcta de jugarse.
Para comenzar, Scapini recomienda:
* Definir un dispositivo con límites claros.
* Elegir proyectos donde el niño sea autor.
* Usar libros y fuentes primarias para verificar la información.
* Pedirle a la IA que contradiga, desafíe y explique de otra forma.
Curiosity Craft también es un método para adultos. El proceso es simple: despertar, experimentar, redefinir. Se comienza con un ejercicio lúdico, se continúa con un _sandbox_ para probar herramientas y se finaliza con un mapa realista de procesos y decisiones.
En un mundo polarizado entre optimistas y catastrofistas de la tecnología, Massimo Scapini propone una tercera vía. Ni prohibir ni rendirse. Diseñar. Probar. Reflexionar. Crear.
_»Nuestros hijos no conocerán un mundo sin ella. Pero pueden crecer en uno donde la tecnología no los haya criado.»_ Donde la conversación, la imaginación y el juego sigan siendo humanos.
Massimo Scapini, consultor y padre, desarrolló Curiosity Craft, una metodología nacida de la creación de tarjetas de cumpleaños con su hija utilizando IA. Este enfoque busca potenciar el aprendizaje a través de la colaboración con la IA, fomentando la curiosidad, el pensamiento crítico y la creatividad en niños y adultos. En lugar de delegar tareas a la IA, Scapini propone usarla como una herramienta para ampliar las capacidades humanas y construir proyectos colaborativos.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Curiosity Craft: Cuando la IA se vuelve la mejor amiga de la curiosidad
La historia comienza con una simple petición: una niña de 9 años que busca tarjetas de cumpleaños originales para sus amigas. Su padre, Massimo Scapini, en lugar de recurrir a las opciones prefabricadas, abre ChatGPT. Lo que siguió fue una sesión creativa en conjunto, un juego de rimas, correcciones y risas que culminó en la tarjeta perfecta. Pero, más importante aún, marcó el inicio de lo que hoy se conoce como Curiosity Craft.
De la sala de estar a la sala de juntas
Massimo Scapini no es un educador tradicional. Es consultor, emprendedor y, sobre todo, un padre apasionado por la educación. Tras la desilusión con el _edtech_, donde vio más pantallas y menos aprendizaje, decidió que la educación de su hija sería diferente. Así, la práctica doméstica de crear con IA se transformó en una metodología profesional.
El poder de la coautoría
Curiosity Craft no se trata de delegar tareas a la IA, sino de colaborar con ella. Scapini relata cómo, junto a su hija, crearon poemas, canciones sobre las brujas de Salem y hasta diseñaron trampas para duendes. ChatGPT se convirtió en un compañero de lectura, exploración y creación. _»Las herramientas no reemplazan el aprendizaje, pero cambian el punto de entrada»_, reflexiona Scapini.
Un momento clave fue cuando, preparando un video sobre Salem, una imagen generada por IA mostraba una hoguera. La reacción de la niña fue inmediata: _»¡Eso no ocurrió!»_. Explicó que las brujas eran ahorcadas o morían en prisión, información que provenía de sus libros, no de la IA. La curiosidad, después de todo, también requiere disciplina, esfuerzo y pensamiento crítico.
Una herramienta, infinitas posibilidades
Curiosity Craft no es una _app_ ni un programa educativo empaquetado. Es una actitud. Es una invitación a preguntarse: ¿qué podemos construir juntos con esta nueva herramienta? Al igual que los mejores juegos, no tiene una única forma correcta de jugarse.
Para comenzar, Scapini recomienda:
* Definir un dispositivo con límites claros.
* Elegir proyectos donde el niño sea autor.
* Usar libros y fuentes primarias para verificar la información.
* Pedirle a la IA que contradiga, desafíe y explique de otra forma.
Curiosity Craft también es un método para adultos. El proceso es simple: despertar, experimentar, redefinir. Se comienza con un ejercicio lúdico, se continúa con un _sandbox_ para probar herramientas y se finaliza con un mapa realista de procesos y decisiones.
En un mundo polarizado entre optimistas y catastrofistas de la tecnología, Massimo Scapini propone una tercera vía. Ni prohibir ni rendirse. Diseñar. Probar. Reflexionar. Crear.
_»Nuestros hijos no conocerán un mundo sin ella. Pero pueden crecer en uno donde la tecnología no los haya criado.»_ Donde la conversación, la imaginación y el juego sigan siendo humanos.