A las 3:17 de la madrugada de este jueves aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el vuelo especial procedente de los Estados Unidos con diez ciudadanos argentinos deportados. La aeronave, un Boeing 767-300 operado por Omni Air International, partió desde Texas y realizó escalas en Luisiana, Bogotá y Belo Horizonte antes de llegar al país.
Se trata de la primera vez que un grupo de argentinos es deportado en vuelo conjunto fletado por el Gobierno estadounidense, dentro de una política migratoria más restrictiva impulsada por la administración de Donald Trump. Hasta ahora, los casos de deportación se habían gestionado mediante vuelos comerciales y bajo custodia reducida.
Quiénes son los deportados
Según pudo confirmar Infobae, los argentinos deportados fueron:
- Daniel Rodrigo Céspedes (robo)
- Maximiliano García (sin antecedentes)
- Luciana Lorena Lopresti (agresión)
- Sandra Márquez (sin antecedentes conocidos)
- Ernesto Núñez (sin antecedentes conocidos)
- Marcos Ontivero (procuración de prostitución)
- Pablo Ridolfo (delitos contra el orden público)
- Mario Robles (sin antecedentes conocidos)
- Julián Francisco Rojas (sin antecedentes conocidos)
- Rodolfo Valor (tráfico)
Cinco de ellos no cuentan con antecedentes penales, pero fueron igualmente alcanzados por la política migratoria de expulsión por ingreso irregular o permanencia ilegal.
Un operativo discreto, pero simbólico
El desembarco se realizó en la terminal privada de Ezeiza y fue monitoreado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía Federal Argentina, sin necesidad de despliegues mayores. Desde Cancillería confirmaron que se prestó asistencia a los repatriados y que todo el operativo se desarrolló “con orden y sin incidentes”.
Uno de los jóvenes deportados, entrevistado por TN, relató que fue detenido en San Antonio, Texas, y que no podrá regresar a Estados Unidos por al menos cinco años. “El trato fue bueno. Todo en orden, como debe ser. Solo queríamos alcanzar el sueño americano”, señaló.
Una tendencia regional en alza
Según datos del fotógrafo e investigador Ricardo Morgan, especializado en tráfico aéreo en Brasil, desde comienzos de año se han realizado más de 21 vuelos con deportaciones masivas de ciudadanos brasileños. En promedio, se trata de casi un operativo por semana.
Desde el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. se informó que estos vuelos tienen como fin repatriar a personas que violaron leyes migratorias, hayan o no cometido delitos penales. En ese marco, Argentina figura entre los países con menor número de ciudadanos alcanzados por estas políticas.
El embajador argentino en EE.UU., Alec Oxenford, relativizó el impacto de estas deportaciones. “Estamos hablando como que te diga un millón y diecisiete. Es más o menos cero”, afirmó, en alusión al bajo volumen de casos argentinos en comparación con otros países.
Este jueves a las 3:17 de la madrugada aterrizó en Ezeiza un vuelo procedente de EE.UU. con diez ciudadanos argentinos deportados por violaciones a leyes migratorias y otros delitos. El operativo fue organizado por el Gobierno estadounidense y contó con asistencia de Cancillería. Cinco de los pasajeros no tienen antecedentes penales.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
A las 3:17 de la madrugada de este jueves aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el vuelo especial procedente de los Estados Unidos con diez ciudadanos argentinos deportados. La aeronave, un Boeing 767-300 operado por Omni Air International, partió desde Texas y realizó escalas en Luisiana, Bogotá y Belo Horizonte antes de llegar al país.
Se trata de la primera vez que un grupo de argentinos es deportado en vuelo conjunto fletado por el Gobierno estadounidense, dentro de una política migratoria más restrictiva impulsada por la administración de Donald Trump. Hasta ahora, los casos de deportación se habían gestionado mediante vuelos comerciales y bajo custodia reducida.
Quiénes son los deportados
Según pudo confirmar Infobae, los argentinos deportados fueron:
- Daniel Rodrigo Céspedes (robo)
- Maximiliano García (sin antecedentes)
- Luciana Lorena Lopresti (agresión)
- Sandra Márquez (sin antecedentes conocidos)
- Ernesto Núñez (sin antecedentes conocidos)
- Marcos Ontivero (procuración de prostitución)
- Pablo Ridolfo (delitos contra el orden público)
- Mario Robles (sin antecedentes conocidos)
- Julián Francisco Rojas (sin antecedentes conocidos)
- Rodolfo Valor (tráfico)
Cinco de ellos no cuentan con antecedentes penales, pero fueron igualmente alcanzados por la política migratoria de expulsión por ingreso irregular o permanencia ilegal.
Un operativo discreto, pero simbólico
El desembarco se realizó en la terminal privada de Ezeiza y fue monitoreado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía Federal Argentina, sin necesidad de despliegues mayores. Desde Cancillería confirmaron que se prestó asistencia a los repatriados y que todo el operativo se desarrolló “con orden y sin incidentes”.
Uno de los jóvenes deportados, entrevistado por TN, relató que fue detenido en San Antonio, Texas, y que no podrá regresar a Estados Unidos por al menos cinco años. “El trato fue bueno. Todo en orden, como debe ser. Solo queríamos alcanzar el sueño americano”, señaló.
Una tendencia regional en alza
Según datos del fotógrafo e investigador Ricardo Morgan, especializado en tráfico aéreo en Brasil, desde comienzos de año se han realizado más de 21 vuelos con deportaciones masivas de ciudadanos brasileños. En promedio, se trata de casi un operativo por semana.
Desde el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. se informó que estos vuelos tienen como fin repatriar a personas que violaron leyes migratorias, hayan o no cometido delitos penales. En ese marco, Argentina figura entre los países con menor número de ciudadanos alcanzados por estas políticas.
El embajador argentino en EE.UU., Alec Oxenford, relativizó el impacto de estas deportaciones. “Estamos hablando como que te diga un millón y diecisiete. Es más o menos cero”, afirmó, en alusión al bajo volumen de casos argentinos en comparación con otros países.