El «Efecto Eslógan»: ¿Por Qué la IA Suena Tanto a Publicidad?
En el mundo de los modelos de lenguaje, la conversación suele girar en torno a las «alucinaciones», esos momentos en que la IA inventa datos como fechas o citas. Sin embargo, un reciente estudio del investigador italiano Filippo Lubrano, fundador de Metaphora, pone el foco en algo aún más sutil: el estilo.
Lubrano, con la sagacidad de un tanguero analizando un bandoneón desafinado, descubrió que los LLM (Modelos de Lenguaje Amplios) no solo se equivocan con los hechos, sino que también tienen un «tic» lingüístico: la epanortosis enfática, esa construcción del tipo «no X, sino Y».
La Epanortosis Enfática: Un Atajo Retórico Peligroso
En la escritura humana, la epanortosis tiene su razón de ser: sirve para corregir expectativas, intensificar conceptos o darle un giro al discurso. Un ejemplo clásico sería: «No es solo un mate, es un ritual». Pero en la IA, esta figura se convierte en una especie de latiguillo, ¡apareciendo hasta 27 veces por cada mil oraciones, contra solo 5 en textos humanos!
Este «efecto eslogan», como lo llama Lubrano, surge porque los modelos se entrenan con textos de marketing, autoayuda y política, donde la epanortosis es moneda corriente. Además, los humanos que evalúan las respuestas de la IA tienden a premiar la claridad y la asertividad, ¡reforzando este vicio estilístico!
¿Un Lenguaje Digital Más Plano?
El riesgo, advierte el estudio, es que esta repetición constante aplane el lenguaje digital, llenándolo de dualismos y eslóganes. Si todos leemos y escribimos como si estuviéramos vendiendo un producto, ¡perdemos matices y alternativas retóricas!
Y no es un problema exclusivo del inglés. Según las primeras indagaciones, este «efecto eslogan» también se replica en español, francés, mandarín y árabe. ¡Una verdadera internacionalización del cliché!
¿Cómo Evitar la «Basura de IA»?
Lubrano propone varias soluciones: enriquecer los datos de entrenamiento con textos que usen otras formas de énfasis (metáforas, comparaciones), modificar los sistemas de recompensa para penalizar la repetición, y alentar a los usuarios a pedirle a la IA alternativas a la epanortosis. No se trata de prohibir esta figura retórica, sino de que su uso sea una elección consciente, ¡no un mero reflejo algorítmico!
En definitiva, la advertencia es clara: la IA no solo modela el contenido, sino también la forma. Y si una forma retórica se convierte en un exceso, ¡puede cambiar nuestra manera de leer y escribir! Por eso, hay que estar atentos a la «basura de IA», ese aplanamiento lingüístico que amenaza con convertirnos a todos en publicistas.
Un estudio revela que los modelos de lenguaje de IA, como ChatGPT, exhiben un tic estilístico: el uso excesivo de la epanortosis enfática (
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El «Efecto Eslógan»: ¿Por Qué la IA Suena Tanto a Publicidad?
En el mundo de los modelos de lenguaje, la conversación suele girar en torno a las «alucinaciones», esos momentos en que la IA inventa datos como fechas o citas. Sin embargo, un reciente estudio del investigador italiano Filippo Lubrano, fundador de Metaphora, pone el foco en algo aún más sutil: el estilo.
Lubrano, con la sagacidad de un tanguero analizando un bandoneón desafinado, descubrió que los LLM (Modelos de Lenguaje Amplios) no solo se equivocan con los hechos, sino que también tienen un «tic» lingüístico: la epanortosis enfática, esa construcción del tipo «no X, sino Y».
La Epanortosis Enfática: Un Atajo Retórico Peligroso
En la escritura humana, la epanortosis tiene su razón de ser: sirve para corregir expectativas, intensificar conceptos o darle un giro al discurso. Un ejemplo clásico sería: «No es solo un mate, es un ritual». Pero en la IA, esta figura se convierte en una especie de latiguillo, ¡apareciendo hasta 27 veces por cada mil oraciones, contra solo 5 en textos humanos!
Este «efecto eslogan», como lo llama Lubrano, surge porque los modelos se entrenan con textos de marketing, autoayuda y política, donde la epanortosis es moneda corriente. Además, los humanos que evalúan las respuestas de la IA tienden a premiar la claridad y la asertividad, ¡reforzando este vicio estilístico!
¿Un Lenguaje Digital Más Plano?
El riesgo, advierte el estudio, es que esta repetición constante aplane el lenguaje digital, llenándolo de dualismos y eslóganes. Si todos leemos y escribimos como si estuviéramos vendiendo un producto, ¡perdemos matices y alternativas retóricas!
Y no es un problema exclusivo del inglés. Según las primeras indagaciones, este «efecto eslogan» también se replica en español, francés, mandarín y árabe. ¡Una verdadera internacionalización del cliché!
¿Cómo Evitar la «Basura de IA»?
Lubrano propone varias soluciones: enriquecer los datos de entrenamiento con textos que usen otras formas de énfasis (metáforas, comparaciones), modificar los sistemas de recompensa para penalizar la repetición, y alentar a los usuarios a pedirle a la IA alternativas a la epanortosis. No se trata de prohibir esta figura retórica, sino de que su uso sea una elección consciente, ¡no un mero reflejo algorítmico!
En definitiva, la advertencia es clara: la IA no solo modela el contenido, sino también la forma. Y si una forma retórica se convierte en un exceso, ¡puede cambiar nuestra manera de leer y escribir! Por eso, hay que estar atentos a la «basura de IA», ese aplanamiento lingüístico que amenaza con convertirnos a todos en publicistas.