En el departamento Albardón, la distribuidora Naturgy San Juan S.A. proyecta la construcción de una subestación eléctrica (ET) de 20 MVA. El proyecto forma parte de una planificación de fortalecimiento de la red de distribución que apunta a mejorar la calidad del suministro, ampliar la capacidad disponible para la demanda creciente y facilitar la integración de energía renovable en la provincia.
¿Qué hace una subestación eléctrica y por qué importa?
Una subestación cumple funciones esenciales en el sistema eléctrico: transforma voltajes (en este caso previsto bajar de 33 kV a 13,2 kV), regula y protege la red frente a sobrecargas o cortocircuitos y permite interconectar distintas líneas de energía. Sus componentes típicos incluyen transformadores, interruptores, seccionadores, pararrayos y equipos de control y medición. Al ubicar la subestación más cerca de los centros de consumo se reducen las pérdidas en las líneas y se mejora la estabilidad del suministro.
Capacidad técnica: ¿qué significa 20 MVA?
La potencia nominal de 20 MVA (Mega Volt-Amperios) indica la capacidad aparente que la subestación puede manejar —es decir, la magnitud de energía eléctrica que puede transformar y distribuir simultáneamente sin saturarse. Una ET de esa capacidad está pensada para soportar un volumen significativo de demanda residencial, comercial e industrial de una zona en crecimiento, y deja margen para crecimiento futuro sin comprometer la calidad del servicio.
Objetivos concretos del proyecto
- Mejorar el servicio: mayor confiabilidad y reducción de cortes y fluctuaciones de tensión en Albardón y zonas aledañas.
- Expansión de la capacidad: atender la demanda presente y futura, tanto residencial como productiva.
- Reducción de pérdidas: disminuir pérdidas por transporte al acercar la transformación al consumo.
- Integración de renovables: facilitar la evacuación y distribución de energía generada por parques solares y otras fuentes limpias.
- Desarrollo local: mejorar la infraestructura como condición para inversiones, empleo y crecimiento industrial y agropecuario.
Impactos y el rol del Estudio de Impacto Ambiental (EIA)
La obra requiere la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). En la audiencia pública del 18 de septiembre de 2025 se deberá presentar el EIA que contemple, como mínimo, los siguientes puntos:
- Impacto visual y paisajístico: cómo se integrará la subestación en el entorno y medidas para mitigarlo (screaming, ubicación, forestación perimetral).
- Uso del suelo: afectación de tierras, accesos, servidumbres y compatibilidad con actividades productivas cercanas.
- Impacto acústico: ruido de transformadores y medidas de aislamiento o ubicación para minimizar molestias.
- Gestión de residuos: manejo de residuos de construcción, aceites dieléctricos y disposición final segura.
- Riesgos y seguridad: planes de contingencia, protocolos ante fallas, pararrayos, señalización y alejamiento seguro para la población.
- Beneficios socioeconómicos: generación de empleo durante la obra, compras locales, mejoras en servicio y atracción de inversiones.
Audiencia pública: por qué su participación es clave
La audiencia del 18 de septiembre será el espacio institucional para que vecinos, organizaciones y actores económicos hagan preguntas, presenten observaciones y exijan aclaraciones sobre el EIA y el proyecto. La participación ciudadana puede incidir en el trazado final, las medidas de mitigación, los horarios de trabajo y las compensaciones comunitarias. Es una instancia de transparencia que complementa los controles técnicos y regulatorios.
Regulación y actores
La inversión y ejecución de la subestación se enmarcan en las obligaciones que las concesionarias y distribuidoras deben cumplir ante entes provinciales y nacionales. Naturgy San Juan S.A. es la empresa proponente; los estudios técnicos y ambientales deberán presentarse ante las autoridades competentes para su evaluación y eventual aprobación, respetando normas ambientales y de seguridad.
Contexto energético en San Juan
San Juan atraviesa un período de crecimiento en la demanda eléctrica impulsado por la urbanización, la actividad productiva (incluida la minería y la agroindustria) y la instalación de proyectos renovables. La existencia de nuevas subestaciones y líneas es esencial para evacuar la energía de parques solares (por ejemplo, proyectos como los de San Roberto Energía S.R.L. y otros desarrollos) y garantizar que la energía limpia llegue con calidad a consumidores y a la red interconectada.
Consideraciones finales
La subestación de 20 MVA en Albardón representa una inversión estratégica para robustecer la red de distribución y acompañar el crecimiento socioeconómico de la zona. Sin embargo, su sostenibilidad técnica y social dependerá de un EIA riguroso, controles regulatorios claros y de la efectiva participación de la comunidad en la audiencia del 18 de septiembre de 2025. El equilibrio entre los beneficios (mejor servicio, mayor capacidad, integración de renovables) y los impactos (visual, acústico, uso de suelo) será la clave para que el proyecto avance con legitimidad y eficiencia.
Naturgy San Juan S.A. proyecta una nueva subestación eléctrica de 20 MVA en el departamento Albardón para transformar 33 kV a 13.2 kV. La obra busca mejorar la calidad del servicio, ampliar la capacidad de distribución y facilitar la integración de energías renovables. La Audiencia Pública para la Declaración de Impacto Ambiental se realizará el 18 de septiembre de 2025.
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En el departamento Albardón, la distribuidora Naturgy San Juan S.A. proyecta la construcción de una subestación eléctrica (ET) de 20 MVA. El proyecto forma parte de una planificación de fortalecimiento de la red de distribución que apunta a mejorar la calidad del suministro, ampliar la capacidad disponible para la demanda creciente y facilitar la integración de energía renovable en la provincia.
¿Qué hace una subestación eléctrica y por qué importa?
Una subestación cumple funciones esenciales en el sistema eléctrico: transforma voltajes (en este caso previsto bajar de 33 kV a 13,2 kV), regula y protege la red frente a sobrecargas o cortocircuitos y permite interconectar distintas líneas de energía. Sus componentes típicos incluyen transformadores, interruptores, seccionadores, pararrayos y equipos de control y medición. Al ubicar la subestación más cerca de los centros de consumo se reducen las pérdidas en las líneas y se mejora la estabilidad del suministro.
Capacidad técnica: ¿qué significa 20 MVA?
La potencia nominal de 20 MVA (Mega Volt-Amperios) indica la capacidad aparente que la subestación puede manejar —es decir, la magnitud de energía eléctrica que puede transformar y distribuir simultáneamente sin saturarse. Una ET de esa capacidad está pensada para soportar un volumen significativo de demanda residencial, comercial e industrial de una zona en crecimiento, y deja margen para crecimiento futuro sin comprometer la calidad del servicio.
Objetivos concretos del proyecto
- Mejorar el servicio: mayor confiabilidad y reducción de cortes y fluctuaciones de tensión en Albardón y zonas aledañas.
- Expansión de la capacidad: atender la demanda presente y futura, tanto residencial como productiva.
- Reducción de pérdidas: disminuir pérdidas por transporte al acercar la transformación al consumo.
- Integración de renovables: facilitar la evacuación y distribución de energía generada por parques solares y otras fuentes limpias.
- Desarrollo local: mejorar la infraestructura como condición para inversiones, empleo y crecimiento industrial y agropecuario.
Impactos y el rol del Estudio de Impacto Ambiental (EIA)
La obra requiere la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). En la audiencia pública del 18 de septiembre de 2025 se deberá presentar el EIA que contemple, como mínimo, los siguientes puntos:
- Impacto visual y paisajístico: cómo se integrará la subestación en el entorno y medidas para mitigarlo (screaming, ubicación, forestación perimetral).
- Uso del suelo: afectación de tierras, accesos, servidumbres y compatibilidad con actividades productivas cercanas.
- Impacto acústico: ruido de transformadores y medidas de aislamiento o ubicación para minimizar molestias.
- Gestión de residuos: manejo de residuos de construcción, aceites dieléctricos y disposición final segura.
- Riesgos y seguridad: planes de contingencia, protocolos ante fallas, pararrayos, señalización y alejamiento seguro para la población.
- Beneficios socioeconómicos: generación de empleo durante la obra, compras locales, mejoras en servicio y atracción de inversiones.
Audiencia pública: por qué su participación es clave
La audiencia del 18 de septiembre será el espacio institucional para que vecinos, organizaciones y actores económicos hagan preguntas, presenten observaciones y exijan aclaraciones sobre el EIA y el proyecto. La participación ciudadana puede incidir en el trazado final, las medidas de mitigación, los horarios de trabajo y las compensaciones comunitarias. Es una instancia de transparencia que complementa los controles técnicos y regulatorios.
Regulación y actores
La inversión y ejecución de la subestación se enmarcan en las obligaciones que las concesionarias y distribuidoras deben cumplir ante entes provinciales y nacionales. Naturgy San Juan S.A. es la empresa proponente; los estudios técnicos y ambientales deberán presentarse ante las autoridades competentes para su evaluación y eventual aprobación, respetando normas ambientales y de seguridad.
Contexto energético en San Juan
San Juan atraviesa un período de crecimiento en la demanda eléctrica impulsado por la urbanización, la actividad productiva (incluida la minería y la agroindustria) y la instalación de proyectos renovables. La existencia de nuevas subestaciones y líneas es esencial para evacuar la energía de parques solares (por ejemplo, proyectos como los de San Roberto Energía S.R.L. y otros desarrollos) y garantizar que la energía limpia llegue con calidad a consumidores y a la red interconectada.
Consideraciones finales
La subestación de 20 MVA en Albardón representa una inversión estratégica para robustecer la red de distribución y acompañar el crecimiento socioeconómico de la zona. Sin embargo, su sostenibilidad técnica y social dependerá de un EIA riguroso, controles regulatorios claros y de la efectiva participación de la comunidad en la audiencia del 18 de septiembre de 2025. El equilibrio entre los beneficios (mejor servicio, mayor capacidad, integración de renovables) y los impactos (visual, acústico, uso de suelo) será la clave para que el proyecto avance con legitimidad y eficiencia.