El presidente estadounidense Donald Trump, junto a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, presentó una renovada visión para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, centrada en la idea de formar un ejército de “guerreros” y no de “defensores”. El anuncio incluyó una fuerte crítica a las políticas inclusivas dentro del ámbito militar y un énfasis en el rigor físico y la disciplina.
“Líderes políticos irresponsables nos encaminaron en la mala dirección y nos perdimos. Nos convertimos en el ‘Departamento Woke’. Pero ya no”, afirmó Hegseth, marcando un viraje respecto a las políticas implementadas en los últimos años en el Departamento de Defensa.
En su intervención, el secretario no escatimó críticas al estado físico de los miembros del Ejército. “Estoy harto de ver formaciones de combate o cualquier otra formación y ver soldados gordos”, expresó. “También es completamente inaceptable ver generales y almirantes rollizos en los pasillos del Pentágono”, añadió.
Para Hegseth, la era de la corrección política ha terminado, y el nuevo estándar será claro: “O haces el trabajo de modo disciplinado, estás adiestrado y en forma, o te vas”. Esta visión se alinea con la narrativa que Trump sostiene desde hace años, en la que la fuerza, la obediencia y la imagen tradicional del soldado norteamericano ocupan un lugar central.
El planteo ha sido recibido con preocupación por sectores que advierten un retroceso en términos de inclusión, diversidad y derechos dentro de las Fuerzas Armadas, especialmente después de años de reformas orientadas a modernizar el perfil del ejército estadounidense en función de los desafíos actuales y no únicamente del ideal físico.
El presidente Donald Trump y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, delinearon un nuevo enfoque para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que busca reemplazar el concepto de 'defensores' por el de 'guerreros'. En una presentación cargada de mensajes contra la corrección política, criticaron duramente el estado físico de los efectivos y prometieron una renovación total de la doctrina militar, apuntando contra lo que denominaron el 'Departamento Woke'.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El presidente estadounidense Donald Trump, junto a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, presentó una renovada visión para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, centrada en la idea de formar un ejército de “guerreros” y no de “defensores”. El anuncio incluyó una fuerte crítica a las políticas inclusivas dentro del ámbito militar y un énfasis en el rigor físico y la disciplina.
“Líderes políticos irresponsables nos encaminaron en la mala dirección y nos perdimos. Nos convertimos en el ‘Departamento Woke’. Pero ya no”, afirmó Hegseth, marcando un viraje respecto a las políticas implementadas en los últimos años en el Departamento de Defensa.
En su intervención, el secretario no escatimó críticas al estado físico de los miembros del Ejército. “Estoy harto de ver formaciones de combate o cualquier otra formación y ver soldados gordos”, expresó. “También es completamente inaceptable ver generales y almirantes rollizos en los pasillos del Pentágono”, añadió.
Para Hegseth, la era de la corrección política ha terminado, y el nuevo estándar será claro: “O haces el trabajo de modo disciplinado, estás adiestrado y en forma, o te vas”. Esta visión se alinea con la narrativa que Trump sostiene desde hace años, en la que la fuerza, la obediencia y la imagen tradicional del soldado norteamericano ocupan un lugar central.
El planteo ha sido recibido con preocupación por sectores que advierten un retroceso en términos de inclusión, diversidad y derechos dentro de las Fuerzas Armadas, especialmente después de años de reformas orientadas a modernizar el perfil del ejército estadounidense en función de los desafíos actuales y no únicamente del ideal físico.