Luego de la renuncia de Guillermo Werthein, confirmada el día jueves por fuentes del Gobierno nacional, el presidente Javier Milei designó a Pablo Quirno como nuevo titular del Ministerio de Relaciones Exteriores. El actual secretario de Finanzas pasará así a encabezar la Cancillería, en una decisión que apunta a reforzar el enfoque económico y comercial de la política exterior argentina.
Un perfil técnico con mirada global
Licenciado en Ciencias Económicas por The Wharton School de la Universidad de Pensilvania, Quirno suma más de 30 años de trayectoria en el ámbito financiero internacional. Su paso por JP Morgan lo llevó a ocupar el cargo de director para América Latina en Nueva York, integrando el Comité de Gerenciamiento Regional y participando de asesorías clave para gobiernos y empresas en temas como fusiones, privatizaciones y reestructuraciones.
En la gestión pública inició su recorrido en 2016 como coordinador general de la Secretaría de Finanzas, acompañando a Alfonso Prat Gay. En 2017, fue nombrado jefe de Gabinete del Ministerio de Finanzas bajo la gestión de Luis Caputo, participando activamente en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y promoviendo esquemas como la Participación Público-Privada (PPP).
Objetivos: mercado, acuerdos e inversión
Desde la Casa Rosada señalaron que el nombramiento de Quirno busca “reforzar la visión pro-mercado y la apertura económica” del Gobierno. Según el comunicado oficial, su rol estará centrado en “impulsar acuerdos comerciales estratégicos” y profundizar la inserción internacional de Argentina, con foco en el fortalecimiento de la relación entre Cancillería y el Ministerio de Economía, que lidera Luis Caputo.
El nuevo canciller enfrentará el desafío de traducir el alineamiento económico del Ejecutivo en resultados concretos en materia de relaciones exteriores, con especial énfasis en la búsqueda de inversiones, tratados y apertura de mercados para productos argentinos.
Pablo Quirno, actual secretario de Finanzas y hombre de extrema confianza del equipo económico, asumirá como nuevo canciller tras la renuncia de Guillermo Werthein. La decisión, confirmada por fuentes oficiales, refleja una clara apuesta del Gobierno por profundizar su perfil pro-mercado y reforzar los lazos internacionales. Quirno, con amplia experiencia en el mundo financiero, será clave para promover acuerdos estratégicos y la inserción global de la Argentina.
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Zappo te lo cuenta
Guillermo Werthein duró en Cancillería lo que un triple en la oficina de Milei: poco, tenso y con riesgo de volar por los aires. Su renuncia fue aceptada con la velocidad de un clic en Mercado Libre, y el Presidente no perdió tiempo en reponer la ficha. Así, Pablo Quirno, hombre de Wharton y ex JP Morgan, se calzó el traje de canciller como quien acepta una misión en “Misión Imposible”: con seriedad, pericia… y un casco por si vuelan misiles diplomáticos.
El nombramiento no es casual: Milei no quiere diplomáticos, quiere brokers con pasaporte. Nada de conversaciones suaves en francés; acá se viene a hablar en idioma Bloomberg, con gráficos de bonos y cafés amargos en reuniones bilaterales. El Palacio San Martín, históricamente cuna de terciopelos y corbatas finas, ahora se prepara para recibir planillas de Excel y powerpoints con títulos tipo “Riesgo País vs. Tasa de Desempleo”.
Quirno, que ya había aceitado su CV en la city neoyorquina antes de aterrizar en la función pública, representa ese ideal mileísta del tecnócrata globalizado, dispuesto a cerrar acuerdos como quien cierra una operación en Wall Street. Su llegada refuerza el eje de este gobierno: **exportar más, importar menos chamuyo**.
¿Será este el inicio de una diplomacia basada en spreads y capitalización bursátil? Lo cierto es que con Quirno en Cancillería, el mate compartido con embajadores puede venir con cotización en tiempo real del dólar MEP.
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