Un hombre de 73 años baleó a su vecino durante la madrugada de este miércoles en el barrio San Luis, departamento Rawson, tras escuchar ruidos dentro de su vivienda y accionar su arma de fuego.
Según informaron fuentes policiales, el adulto mayor tomó un revólver calibre 9 mm, con tenencia legal, y realizó dos disparos. Uno de ellos impactó en el pecho de su vecino, quien se encontraba en las inmediaciones. Aún no se determinó si el herido estaba dentro del domicilio o en el exterior al momento del hecho.
La víctima está internada en estado reservado
La víctima fue rápidamente trasladada por una ambulancia del Servicio 107 al Hospital Rawson, donde permanece internada en terapia intensiva, en estado reservado. Los médicos informaron que será sometido a una tomografía y que, si bien no presenta complicaciones críticas, continúa en observación constante.
El incidente ocurrió cerca de las calles San Lorenzo y Virgen de Itatí, lo que motivó un amplio despliegue policial en la zona durante la madrugada.
La investigación sigue en curso
Hasta el momento, no hay información oficial sobre la situación judicial del tirador. La Policía trabaja en la recolección de testimonios y realiza pericias para determinar cómo se desencadenaron los hechos y si existió o no un intento de intrusión o fue una acción precipitada.
Un hombre de 73 años disparó contra su vecino tras escuchar ruidos en su casa durante la madrugada en Rawson. El hecho ocurrió en el barrio San Luis y la víctima recibió un balazo en el pecho. Se encuentra internado en estado reservado en el Hospital Rawson.
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El insomnio, en San Juan, acaba de sumar una nueva consecuencia insólita: un vecino terminó baleado por otro que confundió los ruidos de la madrugada con una amenaza digna de película. Pero en vez de suspenso hollywoodense, la escena se desarrolló en el barrio San Luis de Rawson, con un final que todavía está por escribirse.
La historia tiene todos los ingredientes de un thriller criollo: un hombre de 73 años, la soledad de la noche, dos disparos y un revólver calibre 9 mm. Lo que no tiene, al menos por ahora, es claridad. Porque si bien el tirador tenía el arma registrada y los papeles en orden, el proyectil terminó alojado en el pecho de su vecino, que poco tenía que ver con la trama de terror que imaginó el protagonista.
El herido fue trasladado al Hospital Rawson, donde permanece internado en estado reservado. La Justicia aún intenta descifrar qué pasó realmente: si el anciano actuó en defensa, por error o por paranoia. Mientras tanto, en el barrio reina el silencio, quizás por miedo a que algún otro ruido nocturno dispare algo más que sospechas.
Y en un país donde el “por las dudas” se aplica desde el clima hasta la economía, este caso abre preguntas incómodas sobre la tenencia de armas, la percepción del peligro y los límites entre la legítima defensa y el error fatal. La Policía, por su parte, ya trabaja para separar los hechos de las suposiciones… sin necesidad de más balas.
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