La vuelta de Manu Lanzini a River generó una expectativa enorme, pero su rendimiento hasta ahora no ha terminado de convencer a los hinchas. Gallardo le dio la titularidad tras la partida de Echeverri, pero el 10 no logró darle al equipo el ritmo que necesita. A pesar de la confianza del técnico, Lanzini sabe que debe responder y demostrar su valía, ya que la competencia interna es fuerte, con nombres como Matías Rojas, Sebastián Driussi y el joven Franco Mastantuono pisándole los talones.
¡Volvió el hijo pródigo y la hinchada millonaria lo recibió como a un héroe! Pero en el fútbol, como en la vida, no se vive de recuerdos. Y ahora, la lupa está puesta sobre Manuel Lanzini. ¿El diez está a la altura de las expectativas?
Es que el arranque de River en este 2025 dejó más dudas que certezas, y el rendimiento de Lanzini no escapa al ojo crítico del hincha. Gallardo apostó fuerte por él tras la partida del Diablito Echeverri, dándole la batuta del equipo. Pero, seamos honestos, hasta ahora el Ex West Ham United no ha logrado encender la chispa necesaria.
¿Es tiempo de que Lanzini ponga la quinta marcha?
Gallardo lo bancó a muerte, algo que ya había demostrado en su anterior ciclo. «Le auguro un clic», dijo el Muñeco tras aquel recordado golazo en la Bombonera. El técnico confía en su talento, pero también es sabido que el Muñe no se casa con nadie y juega el que mejor está. Y ahí es donde la cosa se pone interesante.
Lanzini sumó minutos, sí, pero su rendimiento, según los que saben, podríamos decir que fue «modesto». Apenas un pase filtrado a Borja y un remate tímido en el Nuevo Gasómetro. Para un jugador de su categoría, se espera mucho más, especialmente ante los esquemas defensivos que plantean los rivales.
El periodista partidario, Juan Cortese, en una entrevista para el programa «Como te va» por Dsports Radio, sentenció: «Lanzini tiene que levantar el nivel, se le exige que sea el conductor del equipo».
¿Alcanza con la historia y el cariño de la gente? En el fútbol moderno, lamentablemente, no. Lanzini lo sabe y tiene que demostrar en la cancha por qué Gallardo lo considera un jugador clave.
La competencia interna, un dolor de cabeza para Gallardo (y una motivación para Lanzini)
Y aquí es donde la cosa se pone picante. Porque en River, nadie tiene el puesto asegurado. Y si Lanzini no levanta el nivel, hay varios que están esperando su oportunidad.
Matías Rojas, por ejemplo, ya demostró que puede ser una alternativa interesante en la creación de juego. Y ni hablar de Sebastián Driussi, que conoce el puesto de enlace como la palma de su mano, tras su paso por la MLS.
Pero la frutilla del postre es Franco Mastantuono. El pibe de la Selección Sub 20, dicen, tiene un futuro enorme y podría ganarle el puesto a Lanzini más pronto que tarde.
Así que, Manu, ¡ponete las pilas! La hinchada millonaria te banca, Gallardo confía en vos, pero el tren pasa una sola vez. Y en River, como en la vida, el que no corre, vuela.