Según datos del INDEC y distintos análisis del sector, la carne vacuna continúa registrando aumentos por encima del promedio general de precios. En abril de 2025, su valor en mostrador subió un 4,1% mensual y un 60,1% interanual, superando ampliamente la inflación general, que fue del 47,6% en el mismo periodo.
Desde noviembre de 2023 hasta abril de 2025, el precio de la carne vacuna acumuló una suba del 264%, por encima del 244,5% registrado en los precios económicos generales.
Menos carne en la mesa
La caída del poder adquisitivo golpea directamente al consumo. Entre noviembre de 2023 y febrero de 2025, los salarios perdieron un 4,9% en términos reales. Esta merma se refleja en el plato: en marzo de 2025, el consumo per cápita de carne vacuna descendió a 48,9 kg anuales, un 2,7% menos que el año anterior.
La búsqueda de alternativas más accesibles impulsó la demanda de cerdo y pollo. En San Juan, tras un alza del 18% en la carne vacuna en abril, el cerdo ganó popularidad al costar prácticamente la mitad. El pollo, por su parte, aumentó 10,7% ese mismo mes.
La cadena de valor: más allá del frigorífico
Contrario a percepciones comunes, los frigoríficos no son el eslabón más lucrativo de la cadena. En febrero de 2025, apenas representaban el 2,4% del precio final. Incluso registraron pérdidas de $163 por kilo de carne equivalente al mostrador.
La estructura de costos revela que la mayor parte del precio recae en la cría (27,9%), el engorde (23,6%), la carnicería (20,7%) y los impuestos (25,4%).
Exportaciones y futuro incierto
En mayo de 2025, las exportaciones de carne vacuna cayeron un 24,2% interanual, principalmente por una menor demanda desde China. Este retroceso generó una mayor disponibilidad en el mercado interno, aportando a una relativa estabilidad de precios ese mes.
Sin embargo, el horizonte sigue siendo incierto. Si bien la estacionalidad entre junio y octubre podría moderar los precios, el encarecimiento de los terneros de reposición y la necesidad de retener vientres para recuperar stock ganadero presionan al alza los costos a mediano plazo.
Golpe al consumo popular
Para los hogares de menores ingresos, la situación es crítica. La carne puede representar hasta el 30% de su presupuesto alimentario. Con un 38,1% de la población bajo la línea de pobreza en el segundo semestre de 2024, muchas familias enfrentan un cambio forzado en su dieta y acceden cada vez menos a este tradicional alimento.
Mientras la inflación general muestra signos de desaceleración, los precios de la carne vacuna siguen en alza, superando ampliamente al índice general. El consumo per cápita cae y se profundiza el cambio hacia otras proteínas como el cerdo y el pollo. El sector frigorífico, lejos de ser el culpable, enfrenta pérdidas, mientras los impuestos y eslabones previos en la cadena de producción concentran el mayor peso en el precio final. La baja en las exportaciones ofrece un respiro temporal, pero el panorama a mediano plazo permanece incierto.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Según datos del INDEC y distintos análisis del sector, la carne vacuna continúa registrando aumentos por encima del promedio general de precios. En abril de 2025, su valor en mostrador subió un 4,1% mensual y un 60,1% interanual, superando ampliamente la inflación general, que fue del 47,6% en el mismo periodo.
Desde noviembre de 2023 hasta abril de 2025, el precio de la carne vacuna acumuló una suba del 264%, por encima del 244,5% registrado en los precios económicos generales.
Menos carne en la mesa
La caída del poder adquisitivo golpea directamente al consumo. Entre noviembre de 2023 y febrero de 2025, los salarios perdieron un 4,9% en términos reales. Esta merma se refleja en el plato: en marzo de 2025, el consumo per cápita de carne vacuna descendió a 48,9 kg anuales, un 2,7% menos que el año anterior.
La búsqueda de alternativas más accesibles impulsó la demanda de cerdo y pollo. En San Juan, tras un alza del 18% en la carne vacuna en abril, el cerdo ganó popularidad al costar prácticamente la mitad. El pollo, por su parte, aumentó 10,7% ese mismo mes.
La cadena de valor: más allá del frigorífico
Contrario a percepciones comunes, los frigoríficos no son el eslabón más lucrativo de la cadena. En febrero de 2025, apenas representaban el 2,4% del precio final. Incluso registraron pérdidas de $163 por kilo de carne equivalente al mostrador.
La estructura de costos revela que la mayor parte del precio recae en la cría (27,9%), el engorde (23,6%), la carnicería (20,7%) y los impuestos (25,4%).
Exportaciones y futuro incierto
En mayo de 2025, las exportaciones de carne vacuna cayeron un 24,2% interanual, principalmente por una menor demanda desde China. Este retroceso generó una mayor disponibilidad en el mercado interno, aportando a una relativa estabilidad de precios ese mes.
Sin embargo, el horizonte sigue siendo incierto. Si bien la estacionalidad entre junio y octubre podría moderar los precios, el encarecimiento de los terneros de reposición y la necesidad de retener vientres para recuperar stock ganadero presionan al alza los costos a mediano plazo.
Golpe al consumo popular
Para los hogares de menores ingresos, la situación es crítica. La carne puede representar hasta el 30% de su presupuesto alimentario. Con un 38,1% de la población bajo la línea de pobreza en el segundo semestre de 2024, muchas familias enfrentan un cambio forzado en su dieta y acceden cada vez menos a este tradicional alimento.