Ander Herrera, en una entrevista para la revista oficial de Boca, confesó que jugar en el Xeneize era un sueño que tenía desde chico y que priorizó por sobre ofertas económicamente superiores. Además, reveló detalles curiosos sobre sus primeras camisetas de Boca y la influencia de su padre y del Kily González en su fanatismo.
Herrera: «Jugar en Boca es un sueño, no quería terminar mi carrera sin la Bombonera»
Para Ander Herrera, vestir la azul y oro no es solo un trabajo, es la concreción de un sueño de pibe. El mediocampista español, con apenas un mes y medio en el club, ya palpita la pasión boquense con la intensidad de un hincha de toda la vida. A pesar de un desgarro que lo marginó de algunos partidos, el ex PSG y Manchester United se muestra adaptado y maravillado por la magnitud del Xeneize. «El que se quiera igualar, va a salir perdiendo», tiró, con una convicción que ni el Bambino Veira en sus mejores épocas.
Boca, cerca del segundo ante Rosario Central por Ander Herrera
«Yo respeto mucho al futbolista que va a ganar el último dinero a Arabia Saudita o a Estados Unidos, pero no quería terminar mi carrera sin jugar en uno de los clubes y uno de los estadios más emblemáticos del mundo», confesó el León. Una declaración que seguro hará ruido en el mundo del fútbol, ¿palito para Cristiano o Messi en su paso por la MLS? Agregó, con una sonrisa pícara: «Yo no quería conocer el fútbol argentino, (…) Yo quería jugar en Boca y en la Bombonera”.
La presión de ganar en Boca: como el Real Madrid o el Manchester United
Con una trayectoria que incluye gigantes como el Manchester United y el PSG, Herrera sabe de presiones. “En Boca hay que ganar, no importa otra cosa», sentenció. Comparó la exigencia del Xeneize con la del Merengue o los Diablos Rojos: “es como cuando juegas en el Manchester United o el Real Madrid: solo vale ganar”. ¿Estará a la altura del Virrey o lo mandarán a la Católica como a Borghi?
De la Olan trucha a la del Kily: el amor por Boca desde la cuna
Pero la historia de amor de Herrera con Boca viene de lejos. Resulta que el papá del volante, también futbolista, le inculcó la pasión por los colores azul y oro. «Mi primera camiseta de Boca fue una Olan trucha, pero la oficial más vieja que tengo es una del Kily González», reveló entre risas, recordando la época en que su padre, como secretario técnico del Zaragoza, fichó al Kily y le regaló la casaca. Un dato de color que pinta de cuerpo entero al fanatismo del español. «Veía videos de la hinchada de Boca en internet (…) Cualquiera que se compare con Boca va a perder», remató, con una chicana que seguramente despertará el debate en las redes. ¿Se picará algún hincha de River con esta declaración?
