El clásico sudamericano entre Argentina y Brasil se jugó con un alto voltaje, con varios cruces picantes entre los jugadores. Otamendi le hizo un gesto a Raphinha por sus declaraciones previas, Paredes le recordó a Rodrygo sus títulos (o la falta de ellos), y el entretiempo fue una caldera a punto de explotar.
Monumental calentura: el clásico Argentina-Brasil tuvo más chispazos que fútbol
Como era de esperarse después de las declaraciones incendiarias de Raphinha, el clásico entre Argentina y Brasil en el Monumental fue un hervidero. No se jugó un partidazo como el de la final de la Copa América en el Maracaná, pero la tensión se cortaba con cuchillo. Y eso que solo fueron los primeros 45 minutos.
A los 38 minutos del primer tiempo, luego de una falta de Tagliafico, se armó la primera trifulca. Raphinha protestó airadamente y Otamendi, con una actuación digna de Mostaza Merlo en sus mejores épocas, aprovechó para recordarle al brasileño sus dichos en la previa con un gesto que decía «y ahora qué?».
¡Se picó el partido de la Selección Argentina con Brasil!
Pero el round más picante fue entre Leandro Paredes y Rodrygo. El delantero del Real Madrid, con la frescura de la juventud (y la falta de títulos con la selección), le dijo a Paredes que «era muy malo».
Paredes a Rodrygo: «Gané dos Copas América y un Mundial, ¿vos?»
La respuesta de Paredes fue letal, al mejor estilo «Palermo a los hinchas de River» pero sin el bailecito del Topo Gigio: le recordó a Rodrygo que había ganado dos Copas América y un Mundial, dejando al brasileño con la boca cerrada. La situación escaló y hasta De Paul se sumó a la discusión, cruzándose con Vinicius.
La chicana de Paredes a Rodrygo en Selección Argentina vs. Brasil
Ni el pitazo final calmó las aguas
El final del primer tiempo no trajo calma, sino todo lo contrario. Antes de entrar a los vestuarios, los jugadores volvieron a cruzarse en una escena que parecía sacada de una película de acción. Raphinha, visiblemente enojado, seguía reclamando a los argentinos. Un primer tiempo que, sin dudas, dio más que hablar por las peleas que por el fútbol.
