Central Córdoba le pintó la cara al Flamengo en el Maracaná con un 2-0 que nadie se veía venir. Heredia, de penal, y Florentín, con un cabezazo de otro partido, fueron los verdugos del Mengao.
¡Papelón en Río! Central Córdoba silenció el Maracaná y le ganó 2 a 0 al Flamengo
El Ferroviario hizo la heroica en Brasil y le ganó al Mengao por la Copa Libertadores con goles de Heredia, de penal, y un cabezazo monumental de Florentín. Un resultado que dejó a más de uno con la boca abierta, como si Riquelme volviera a tirar un caño en la Bombonera.
Flamengo, que venía de ganarle al Táchira en Venezuela, se comió un baile inesperado en su propia casa. Central Córdoba, por su parte, venía de perder con Unión en Santa Fe, pero parece que guardó toda la nafta para el Maracaná. El equipo de Omar De Felippe planteó un partido inteligente, a lo Bilardo con el bidón de Branco, y aprovechó las pocas chances que tuvo.
El Mengao no pudo con el «Aguante Ferroviario»
A los 23 minutos del primer tiempo, Heredia abrió el marcador de penal, con una frialdad que ni Palermo en la final del 2000. Flamengo intentó reaccionar, con De Arrascaeta y De La Cruz moviendo los hilos en el mediocampo, pero la defensa del Ferroviario se plantó como la muralla china en un partido de metegol.
Y para colmo de males para el Mengao, a los 43 minutos llegó el segundo gol de Central Córdoba. Florentín se elevó en el área y metió un cabezazo que se clavó en el ángulo, un gol que ni el Diego en el ’86. El Maracaná quedó en silencio, como si el Bambino Veira se hubiera quedado sin voz en pleno partido.
Insospechado, Central Córdoba le gana a Flamengo en el Maracaná: enorme cabezazo de Florentín
Con un gol de penal de Heredia, Central Córdoba le gana a Flamengo en el Maracaná.
¿Se le viene la noche al Flamengo en la Libertadores?
Con este resultado, Central Córdoba se acomoda en la punta del Grupo C, como si el Kun Agüero volviera a jugar en Independiente. Flamengo, por su parte, tendrá que remarla para clasificar a octavos, como si Boca tuviera que jugar la promoción. Una cosa es segura: este batacazo dará que hablar por un buen rato.