Berizzo, DT del León, habló del secuestro exprés de Fonseca y desmintió rumores sobre la salida de James Rodríguez. El plantel se la bancó como pudo y el colombiano, lejos de querer rajar, bancó a su compañero.

El Toto Berizzo y un plantel con agallas
Eduardo Berizzo, el entrenador argentino que comanda al León de México, rompió el silencio sobre el momento de máxima tensión que vivió el equipo: el secuestro del volante uruguayo Nicolás Fonseca, ex River. El pibe, que la pasó peor que Mascherano en la final del Mundial, estuvo dos horas en manos de unos muchachos de barrio que le vieron cara de candidato.
Berizzo, en conferencia de prensa luego del triunfo 2-1 ante Tijuana (un resultado más ajustado que el presupuesto del Ferro), reconoció el impacto del hecho: "Ese episodio tuvo su impacto, la verdad, la preocupación del equipo fue notoria, pero lo hablamos; había que dejarlo atrás y enfocarnos en el partido". O sea, la vivieron como Riquelme en la Bombonera: con presión, pero con la frente en alto.
Un equipo que se sobrepone a la adversidad
El Toto, con una sinceridad que lo pinta de cuerpo entero, profundizó sobre cómo el grupo se la bancó en un momento jodido: "Afortunadamente, tengo en mis jugadores gente con carácter, pudimos salir de un episodio muy delicado y resolver un partido difícil". Palabras que demuestran que el León, más que rugir, parece que tiene un corazón que bombea nafta súper. Como si fueran el Diego en el 86, gambeteando la mala y saliendo para adelante.

James, bancando la parada como un campeón
Para agregarle picante a la cuestión, Berizzo también desmintió los rumores sobre una posible salida de James Rodríguez, que al parecer estaba más firme que Palermo en un penal. "El primer contacto de James fue para brindar su apoyo a Nicolás. En ningún momento solicitó nada. Son versiones falsas", aclaró el DT. Parece que el colombiano, lejos de querer irse, se puso la camiseta del equipo y bancó a su compañero como Messi a la Selección.
El Toto cerró con una frase que tranquilamente podría estar en un cuadro motivacional: "Es un hombre inteligente y maduro que se ha adaptado perfectamente tanto en lo personal como en lo futbolístico" O sea, James está más cómodo en León que Bilardo en un pizarrón. Y con esto, queda claro que el equipo mexicano, más que una fiera, parece una familia.