Boca le ganó 3-1 a Belgrano en Córdoba con goles de Rojo, Zenón y Palacios, este último tras revisión del VAR. Delgado y Zenón fueron las figuras. El Xeneize se afirma en la punta de la Zona A y espanta los fantasmas de visitante.
Boca ganó en Córdoba y se afianzó en la punta
Si bien arrancó con el pie izquierdo, como el Beto Alonso en un clásico, Boca se acomodó en Alberdi gracias a la magia de Milton Delgado, quien manejó los hilos del ataque con la precisión de un cirujano, y a la potencia de Kevin Zenón, que corría la cancha como si fuera Usain Bolt en ojotas. Ambos fueron las figuras de la noche en la victoria xeneize, que le permite seguir en lo más alto de la Zona A.
El complemento arrancó con un baldazo de agua fría, gol de Belgrano. Pero Boca reaccionó más rápido que un arquero ante un penal de Messi: asistencia de Cavani, que si bien no la metió, vio mejor la jugada que Mostaza Merlo en sus épocas de gloria, para el 2-1 de Zenón. A partir de ahí, el equipo de Almirón jugó como si fuera el Barcelona de Guardiola, hasta casi convertirlo en una goleada. Los mismos protagonistas cocinaron el 3-1, aunque el festejo se demoró más que un gol de Palermo con el VAR, que tuvo que revisar la jugada como si fuera un perito buscando una huella dactilar.
Rojo, de área a área; Cavani, el de siempre
Marcos Rojo, haciendo honor a su apellido como si fuera el Chavo del 8 haciendo de Quico, se la pasó yendo y viniendo, firme en las dos áreas como si fuera una pared de ladrillos. Carlos Palacios mostró pinceladas de talento, aunque con la regularidad de un semáforo en hora pico. Y Edinson Cavani, como lo viene haciendo en este 2023, la peleó todas, sacrificado como un obrero en la construcción, pero fallando en la definición como si le hubieran cambiado los botines por pantuflas. Eso sí, fuera del área, la claridad que tiene para asistir es digna de un profesor de ajedrez.
Marcos Rojo puso el 1-0 de Boca ante Belgrano en Córdoba
Blondel jugó como para el olvido, le ganaban la espalda más fácil que a un defensor de la B Metropolitana y erró pases como si tuviera los botines llenos de cemento. A Belmonte le faltó la gambeta endiablada que tenía Maradona para romper líneas. Merentiel entró con ganas de comerse la cancha, pero tuvo menos minutos que un jugador expulsado. El cambio a línea de 3/5 le dio solidez defensiva a Boca, que terminó cerrando el partido con la tranquilidad de un jubilado jugando al truco.
El Xeneize alejó los fantasmas
En una cancha donde ni el Real Madrid podría ganar con facilidad, Boca se llevó los tres puntos y, de paso, se sacó de encima la mufa de visitante, que lo perseguía como un hincha con la camiseta de la Selección en un Mundial. Ahora, la próxima parada es el Monumental, un escenario que siempre genera polémica y da para hablar, como un asado con amigos donde se debate de fútbol.