Boca visita a Belgrano en Córdoba con la misión de romper la mufa de visitante y seguir prendido arriba en la tabla. El Pirata, con el Ruso Zielinski al mando, viene de ganarle al Pincha y quiere amargarle la noche al Xeneize.
El Xeneize va por la hazaña a Córdoba: ¿podrá romper el maleficio de visitante?
Boca, puntero de la tabla anual y con la confianza a tope después de bajarse a Barracas Central en la Bombonera, se prepara para una parada brava en Alberdi. Esta noche, a las 20.30, visita al siempre difícil Belgrano por la fecha 13 del Torneo de la Liga Profesional. El partido, que será dirigido por Hernán Mastrángelo –ojito que este pito supo tener sus encontronazos con el Mundo Boca–, promete ser un choque de estilos y necesidades.
El equipo de Gago, que viene de ganar con un gol de Battaglia a lo Palermo en el área chica –sí, leyeron bien, Battaglia de 9–, sabe que tiene una deuda pendiente fuera de casa. Como diría el Bambino Veira, «ganar de visitante es como besar a la suegra: un deber, pero no te gusta». Y las estadísticas lo confirman: de los once partidos jugados fuera de La Boca en este 2025, Boca solo ganó cuatro, empató dos y perdió cinco. Un promedio digno del descenso a la B Metropolitana, dicho con todo respeto.
El Pirata, agazapado en Alberdi
Belgrano, por su parte, no se achica. El equipo del Ruso Zielinski, un técnico que sabe más de planteos defensivos que Mostaza Merlo, viene de dar el batacazo en La Plata al ganarle 1 a 0 a Estudiantes. Si bien está en la mitad de la tabla y por ahora afuera de los playoffs –algo así como estar en la pre-promoción del Nacional B pero en versión moderna–, el Celeste cordobés tiene la mística del Gigante de Alberdi y las ganas de amargarle la fiesta al líder.
Para este partido clave, Gago mete mano en el equipo. Zenón entra por el Changuito Zeballos en el mediocampo, y Merentiel reemplaza a Milton Giménez en la delantera para acompañar al Matador Cavani. ¿La idea? Tener más peso ofensivo y no depender solo de los chispazos del uruguayo, que por ahora viene más lento que Riquelme subiendo las escaleras del Monumental.
La pregunta que todos se hacen es: ¿Podrá Boca romper la mufa de visitante y seguir firme en la punta? ¿O el Ruso Zielinski le pondrá el freno de mano al Xeneize y lo dejará con las ganas? Como diría el relator en un partido picante: ¡Esto se va a descontrolar!
El vestuario de Boca en vísperas del choque con Belgrano

