Boca le ganó 1-0 a Banfield con lo justo, en un partido para el olvido. Marchesín y Di Lollo, los héroes de la noche. Ayrton Costa jugó bien pero se fue expulsado por doble amarilla, una de ellas bastante discutible.
Boca ganó con angustia: un triunfo con sabor a poco
El Xeneize jugó mal, pero ganó. Así de simple, así de preocupante. Boca venció a Banfield 1-0 en el Florencio Sola con un cabezazo salvador de Lautaro Di Lollo, que se vistió de Martín Palermo en el área chica. Un partido trabado, feo, donde el Taladro le planteó un esquema defensivo digno de la muralla china del siglo XXI. Parecía un partido para el 0-0, de esos que te hacen acordar al Bilardo de los 90, pero el cabezazo de Di Lollo le dio los tres puntos al equipo de Gago. Si al «Narigón» le decían que el resultado era «corto», con este Boca podríamos decir que fue un triunfo con sabor a poco, un trago amargo.
Marchesín y Di Lollo: los bomberos del Xeneize
Si hay dos figuras para destacar en la victoria Xeneize, son Agustín Marchesín y Lautaro Di Lollo. «Marche», como le dicen los bosteros, fue una muralla en el arco. En el último minuto, con el partido 1-0, sacó una atajada monumental que evitó el empate del Taladro. Una volada digna del Goycochea del 86, que dejó a más de un hincha con el corazón en la boca. Por su parte, Di Lollo tuvo su noche soñada. Primer gol en Boca y justo el del triunfo, como para callar a algunos críticos que pedían a Benedetto de titular. Una actuación que le valió la ovación de la hinchada, aunque algunos, con razón, también se acordaron de los goles que fallaba el «Pipa».
Ayrton Costa: entre la figura y la expulsión
Ayrton Costa fue, quizás, el mejor jugador de Boca en la cancha. Firme en defensa, proyectándose en ataque, parecía el Roberto Carlos argentino. Pero como a veces pasa en el fútbol, la mala suerte o la inexperiencia lo condenó. Vio la segunda amarilla por una falta discutible, de esas que te hacen renegar con el arbitraje. Una expulsión que dejó a Boca con 10 y con los pelos de punta en los minutos finales. Al final, el equipo aguantó como pudo, como si fuera un boxeador en el último round.

El gol de Di Lollo que le dio el triunfo a Boca ante Banfield
La agónica atajada de Marchesín para mantener la victoria de Boca
Gago: ¿conformismo o preocupación?
Fernando Gago, el técnico Xeneize, se fue con la victoria pero con la cara de pocos amigos. El equipo no jugó bien y lo sabe. La Libertadores está a la vuelta de la esquina y con este nivel, la cosa se complica. «Hay que mejorar», dijo en la conferencia de prensa, con un tono que dejaba entrever más preocupación que conformismo. Habrá que ver si este triunfo sirve como envión anímico o si, por el contrario, esconde los problemas de un equipo que todavía no encuentra su mejor versión. ¿Será que Gago se está convirtiendo en un nuevo Basile, priorizando el resultado por sobre el juego? El debate está abierto.