Boca, otra vez de visitante: ¿preocupación en Gago tras la derrota con Newell’s?

Redacción Cuyo News
5 min
Cortito y conciso:

Boca perdió feo contra Newell’s en Rosario y Gago, con una declaración digna de Mostaza Merlo, tiró que no le preocupa. El equipo sigue sin encontrarle la vuelta a los partidos de visitante y la punta de la Zona A quedó en manos ajenas.

Boca, un papelón de visitante: ¿Gago vive en Narnia?

Newell’s le ganó la pulseada a Boca antes de que la pelota rodara. Mientras el Ogro Fabbiani dejaba el pasto a la altura de un yuyal y planeaba cómo frenar a los laterales, Palacios se autoexcluía del equipo por un acto de indisciplina que ni el Bambino Veira se hubiera animado. Gago, en una decisión que sorprendió a propios y extraños, decidió poner a Belmonte con el pibe Herrera, dejando a Ander en el banco. ¿Señales de humo?

Ni un minuto tardó la Lepra en dejar a su 9 mano a mano con Marchesín (menos mal que el paragua González cabeceó como si tuviera un imán en la nuca). Tres minutos después, tras un saque de arco simple como la tabla del uno, Luciano Herrera se anticipó a Blondel con la astucia de un zorro y la clavó de caño ante la salida desesperada de Marchesín: 1-0 y a llorar al campito.

El Xeneize, más perdido que Riquelme en un picado de inferiores

Con Delgado más anulado que penal de Palermo en la final del 2001, Boca era un concierto de imprecisiones. Los intentos de Toto y los pases filtrados para Zenón y Velasco eran tan efectivos como un chupete de madera. La más clara la tuvo Velasco, tras un centro (uno de los pocos acertados) de Blanco. Pero el ex Rojo la mandó a la tribuna, demostrando que la puntería no es su fuerte.

Para colmo, en la última del primer tiempo, Lollo cabeceó con la libertad de un pájaro en la zona y puso el 2-0. Un gol de pelota parada, un clásico en la colección de Boca. El entretiempo llegó como un oasis en el desierto. Gago metió tres cambios de un saque, pero la cosa no mejoró. Lateral por lateral, central por central y Herrera por…¿Delgado? Un cambio digno del Gran DT más desorientado.

Segundo tiempo: palos, penales y… ¿preocupación cero?

El complemento arrancó con Boca contra las cuerdas. Marchesín y los palos evitaron una goleada histórica. Para empeorar las cosas, Ander Herrera se desgarró a los seis minutos de entrar (ya lleva tres lesiones en dos meses). ¿Mufa, mala suerte o preparación física deficiente? La polémica está servida.

Un penalcito a Cavani (el primero que le dan después de 41 partidos) le dio una última chance a Boca. El Matador, con más suspenso que un partido de la B Metropolitana, la tiró al palo. El rebote, caprichoso como un tiro libre de Messi, también pegó en el palo. Fin de la historia.

Gago aseguró que Boca jugó «muy mal», pero no se iba preocupado

Boca tiró 33 centros en todo el partido, una muestra de la falta de ideas. Zeballos intentó gambetear hasta a la sombra de él mismo, pero sin éxito. Advíncula probó con un zurdazo que ni el Chapulín Colorado hubiera atajado. Otra derrota de visitante, la número 25 en 58 partidos desde 2023. Un papelón.

Y para cerrar la noche, Gago dejó una frase para el bronce: «Jugamos muy mal, pero no me voy preocupado». ¿Será que tiene un pacto con el optimismo extremo? ¿O será que no vio el mismo partido que el resto del planeta?

El debate está abierto: ¿es Gago el indicado para sacar a Boca del pozo?

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