Boca ganó, pero el clima sigue tenso. La Bombonera cantó, silbó a Gago y Rojo, y mandó mensajes picantes a los jugadores. ¿Se viene el cambio de actitud o es flor de un día?
¿Boca se reencontró con su gente o fue solo un espejismo?
La Bombonera, ese templo del fútbol que late al ritmo del Xeneize, se hizo sentir con todo su fervor y algo de bronca contenida. Silbidos para Gago y Rojo en la previa, cantitos subidos de tono para el plantel… un recibimiento a la altura de las circunstancias, bah, a la altura de este Boca que anda a los tumbos.
Pero claro, con el gol tempranero de Milton Giménez, la figura de la noche (un golazo a lo Palermo en el Apertura ’92, entrando al área como tractor), el ambiente cambió. La Bombonera se puso modo karaoke noventoso con el clásico «Vamos Boca, no le falles a tu gente» y el equipo, por fin, mostró algo de garra. ¿Será que el papelón histórico contra Patronato en la Supercopa Argentina los despertó o solo fue una reacción espasmódica como la del Cholo Simeone en el banco?
El dilema de Gago: ¿Ciclo cumplido o remontada épica?
La pregunta del millón es si esta victoria contra Rosario Central es el comienzo de la resurrección o solo un oasis en el desierto. Porque, seamos sinceros, ganar en la Bombonera es una obligación, no un mérito. Lo que define a un grande es la personalidad para jugar de visitante y contra los rivales de peso. ¿Se acuerdan del Boca del Coco Basile que salía a la cancha con Palermo, Riquelme y el Chelo Delgado y liquidaba los partidos en el primer tiempo? Bueno, este Boca está a años luz de eso.
Gago, el técnico que supo ser el cerebro del equipo en sus épocas de jugador, ahora tiene la difícil tarea de enderezar el barco. Pasó del «en el fútbol generalmente se pierde» al «tenemos que ser campeones del torneo» en menos de una semana. Un cambio de discurso digno de Mostaza Merlo. Mientras tanto, en Ezeiza, los popes del Consejo de Fútbol, cual Nostradamus del ascenso, hablan de «ciclo cumplido» pero no mueven un dedo. ¿Será que esperan un milagro como el de Passarella con River en el Nacional B?
Cavani, el Matador que necesita afilar los cuchillos
Y qué decir de Cavani, el Matador que llegó con bombos y platillos pero todavía no encuentra su lugar en la cancha. Ante Central erró goles increíbles, dignos de un delantero de la Superliga China. ¿Se acuerdan del Bambino Veira que decía «el gol se hace con la cabeza y con los pies»? Bueno, parece que a Cavani se le olvidó el manual.
En definitiva, Boca ganó, pero la paz todavía no llegó al Mundo Boca. Habrá que ver si este triunfo es el punto de inflexión que el equipo necesita o si volvemos a las andadas, como el perro que vuelve al vómito (con el perdón de los perritos). La gente, la fiel, la que llena la Bombonera hasta en los peores momentos, espera respuestas. Y no se conforma con cualquier cosa. Porque como decía el Diego, «con la camiseta de Boca no se jode».
