En La Bombonera, Boca y Alianza Lima empataron 1-1 en un partido de locos por la Copa Libertadores. El Xeneize se adelantó con un gol en contra de Trauco que hizo acordar al de Ruggeri en el 94, pero el Pirata Barcos lo empató de cabeza dejando a Rojo pagando. La hinchada, ni lerda ni perezosa, empezó con el «movete» y casi se le para el corazón a más de uno con un mano a mano que Marchesín le sacó a Castillo.
¿La Bombonera tiembla o es el equipo que se cae a pedazos? Boca empató con Alianza y la Copa está que arde
La mística de La Bombonera se puso a prueba el martes por la noche, cuando Boca Juniors recibió a Alianza Lima por la vuelta de la fase 2 de la Copa Libertadores. El partido arrancó como trompada de Tyson: un gol en contra insólito de Miguel Trauco a los 5 minutos puso al Xeneize arriba en el marcador. Parecía que el peruano se había confundido de equipo y le quiso hacer un pase de pecho a Marchesín, pero le salió un centro para adentro que se coló en el arco. El festejo de Gago, más eufórico que Palermo en la final con el Real Madrid, duró poco.
El insólito gol de Trauco en Boca vs. Alianza Lima
El Pirata Barcos silenció La Bombonera
Pero la alegría bostera duró menos que un suspiro. A los 19 minutos, en una jugada que empezó con una falta innecesaria de Zenón como si fuera el mismísimo Beto Alonso tirando un caño en el área, y terminó con Rojo más perdido que el Chavo del 8 en Acapulco, Barcos le ganó la pulseada a Marchesín y de cabeza puso el 1-1. El Pirata, con más experiencia que Riquelme tirando pases de 40 metros, dejó al capitán Xeneize en off side y desató la furia contenida de la 12.
Alianza Lima empató en La Bombonera y está con ventaja en la serie
El «Movete Boca» y la atajada milagrosa de Marchesín
El empate despertó al fantasma del «movete, Xeneize, movete», el cantito que retumba en la Bombonera cuando el equipo juega como si estuviera con resaca de fernet. La hinchada, fiel a su estilo, no se calló nada y empezó a pedirle huevos al equipo. Y casi se van al descenso de la emoción cuando Eryc Castillo tuvo un mano a mano con Marchesín, que se parecía más a Martín Palermo que a un delantero, pero el arquero se vistió de héroe y le atajó un gol cantado. Ahí nomás, el cancionero mutó al «ponga huevos que ganamos», un clásico que no falla nunca.
Suena «Movete Boca movete» en La Bombonera
