River ganó de visitante por primera vez en el año, con goles de Borja y el pibe Mastantuono. Gallardo sigue sin encontrar el juego, pero las individualidades, como el Pity Martínez y Armani, lo sacaron a flote. ¿Será suficiente para los partidos bravos que se vienen?
River ganó en San Juan, pero… ¿al estilo Bilardo?
River volvió a ganar, esta vez 2 a 0 contra San Martín de San Juan, y se trajo tres puntos vitales de la provincia cuyana. Victoria que, si bien alivia, deja la sensación de que el equipo de Gallardo todavía no carbura como los hinchas pretenden. Fue un partido áspero, trabado, donde el Millonario se apoyó en la solidez defensiva, con Armani y Paulo Díaz como figuras destacadas del primer tiempo, casi al estilo del Beto Alonso marcando a Maradona en el Mundial ’86 -salvando las distancias, obvio-. Un primer tiempo para el olvido, donde River casi que pedía a gritos un sponsor de colchones. Ocho primeros tiempos sin convertir un gol, una racha que no se veía desde el 2009, época en que Ortega todavía le pegaba a la pelota y no a los utileros.
¿El Colibrí y Tapia, la dupla «desgastadora»?
Gallardo, fiel a su estilo, justificó la intrascendencia de Colidio y Tapia en el ataque diciendo que cumplieron el rol de desgastar a la defensa rival. ¿Será que el Muñeco se está convirtiendo en un discípulo oculto de Bilardo? Lo cierto es que con el ingreso de Borja y Driussi en el segundo tiempo, el equipo cambió la cara. El Colibrí, más allá de su displicencia habitual para algunos hinchas -que lo comparan con un Oso perezoso con botines-, volvió a ser clave: abrió el marcador tras una exquisita asistencia del Pity Martínez, que parece estar reencontrándose con su mejor versión. Y como si fuera poco, el pibe Mastantuono, con la frescura de un Sub-20 en un picado de barrio, liquidó el partido con el segundo gol, tras una asistencia de Montiel.
Individualidades que tapan la falta de juego
Si bien el triunfo es valioso y permite seguir invictos, la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿hasta cuándo River podrá depender de las individualidades? Se viene Estudiantes en el Monumental y la Supercopa Internacional contra Talleres en Paraguay -nada menos que en la Nueva Olla, donde Cerro Porteño hace sentir la localía como si fuera el Coliseo romano-. Partidos bravos que van a exigir mucho más que un par de chispazos individuales. ¿Encontrará el Muñeco la fórmula para que River vuelva a ser la máquina que supo ser? Ojo, este planteo no le salió mal a Bilardo en el ’86…
